| De todos es sabido que la profesión de percebeiro es una de las más arriesgadas que se conocen en Galicia. Pues la de bateeiro entraña riesgos similares cuando de lo que se trata es de obtener la semilla que necesitan para preparar el ciclo de cultivo en sus viveros flotantes. Dependiendo de las condiciones meteorológicas y oceanográficas, así como de la zona de recolección elegida, los productores se desplazan por mar o desde tierra para acceder a las rocas más batidas, en las que crece la semilla. Tras el duro y arriesgado trabajo de recolección con ayuda de rasquetas -como se aprecia en la foto izquierda- llega el momento de trasladar la cría, ya sea a cuestas, en carretas o en las propias lanchas. Estas imágenes corresponden al trabajo efectuado en la costa de San Vicente de O Grove y A Lanzada.