Los daños que causan las precipitaciones e incluso las granizadas cuando son tan continuadas e importantes como en las últimas semanas empiezan a notarse con fuerza en la huerta de O Salnés.

Los frutales más madrugadores, como puede ser el caso del níspero, figuran entre los principales damnificados, ya que el producto que estaba ya maduro ha quedado destrozado por el agua.

Los daños también se notan en otras especies de la huerta de O Salnés que se encuentran en plena floración, al igual que sucede en las tierras de cultivo más castigadas por la sucesión de desbordamientos de los ríos.

Incluso en la vid se notan las consecuencias de tanta lluvia, especialmente a causa de la presencia de la conocida como excoriosis, una enfermedad provocada por el hongo Phomopsis viticola sacc que puede afectar a todos los órganos verdes de la vid, causando los daños más importantes sobre los sarmientos.

Explican los técnicos que el desarrollo de la enfermedad depende de la frecuencia de las lluvias, ya que las esporas germinan exclusivamente en agua. Y evidentemente con toda la que está cayendo desde que prácticamente empezó el año no es de extrañar que la excoriosis puedan convertirse en una amenaza este año.

En la Estación Fitopatológica de Areeiro (EFA), dependiente de la Diputación de Pontevedra, son conscientes de ello, de ahí que adviertan de que en cuanto finalicen las lluvias será preciso aplicar tratamientos frente a esta enfermedad en los viñedos que se encuentren en el estado fenológico "D", es decir, con hojas incipientes.

Menos pedroulo

No obstante, también es cierto que tanta lluvia tiene algo de positivo, y es que se reduce la aparición de ciertos insectos que igualmente pueden constituir una amenaza para el viñedo, como es el caso del pedroulo.

Es un coleóptero propio de Galicia que se esconde de día en el follaje de la viña e inverna en estado de larva en el suelo, de donde salen los adultos desde finales de marzo hasta principios de junio.

Son muy voraces, por lo que pueden destruir brotes y hojas, siendo habitualmente los daños más importantes los ocasionados por los ejemplares que salen a la superficie en abril, coincidiendo con el desborre de la viña, ya que destruyen los nuevos brotes.

En la EFA confirman que "las condiciones climáticas de estas semanas no están siendo especialmente favorables al desarrollo de los insectos, y las previsiones anuncian lluvias y temperaturas medias bajas para los próximos días", por lo que no hay motivo de preocupación. No obstante "se debe vigilar la posible aparición de estos coleópteros alimentándose de los brotes en formación, y de encontrarse algún adulto debe ser eliminado mecánicamente".