El Ministerio de Agricultura ordenó el cierre de la pesquería de la caballa para las artes menores de Galicia al considerar que ya se había alcanzado el 85 por ciento del cupo anual. El resto se consumirá a partir de octubre, o mediante la llamada pesca accidental, en la que la "xarda" aparece como acompañante de otros bancos de peces.
El cierre afectó a los buques de artes tradicionales, y en las que no se incluyen el cerco -con una flota también importante en Cambados y Portonovo- o el arrastre, más presente de la ría de Vigo hacia el Sur. Los armadores consideran que la caballa es un pescado con grandes posibilidades comerciales, al ser muy demandado por los mercados de Rusia y otros países del Este de Europa, de ahí que consideren que el Ministerio de Agricultura debería realizar un reparto más equitativo entre las comunidades autónomas, y que la Xunta de Galicia tendría que hacer valer en Madrid el peso socioeconómico de la flota gallega. El problema, afirman, es que su cuota es muy exigua.
