Un espeso manto verde cubre desde hace varios días las playas de Vilanova y A Illa, lo que motivó ayer una espectacular movilización de las mariscadoras de ambas cofradías para evitar que las algas puedan pudrirse sobre los bancos marisqueros y acabar con toda la producción. En total, ambos pósitos lograron movilizar a más de 400 mujeres para esas tareas de limpieza, las cuales, por causa de las mareas, será difícil que se repitan hasta el próximo mes de mayo.

Las mariscadoras de Vilanova tenían previsto concentrarse en la playa de As Patiñas, pero tras haber realizado tareas de limpieza durante la semana, la directiva decidió cambiar el destino, desplazándose hasta el arenal de A Amorosa, en As Sinas, donde el mar lanzó, esta misma semana, una tupida manta verde sobre la que estuvieron trabajando durante cuatro horas. La patrona mayor de Vilanova, María José Martínez Vales, apuntaba ayer que "sacamos más de 40 tractores llenos de algas de un banco marisquero muy importante para nosotras, por eso decidimos a última hora cambiar la zona de limpieza". La playa de A Amorosa, donde ya se han registrado más problemas de algas en los últimos años se trata de "un pequeño recodo del mar a donde las mareas acaban arrastrando las algas y es muy complicado que un temporal se las pueda llevar, por eso optamos por centrarnos en esta zona". La decisión, considera Vales, "ha sido acertada, ya que existía una capa muy gruesa de algas que, de no haberla sacado, acabaría dando muchos problemas". Afortunadamente, reconoce la patrona, "la rapidez con la que actuamos ha impedido que las algas se secasen y la producción está totalmente a salvo, aunque la capa de algas alcanzó una altura de varios centímetros".

En el otro lado del puente, en A Illa de Arousa, las mariscadoras comenzaron a trabajar a las 11,00 horas en el arenal de A Sapeira. Distribuidas en dos grupos en los que una parte de las mujeres se dedicaba a retirar las algas y las otras hacían una cadena humana para trasladar los capachos a los dos tractores de apoyo, estuvieron durante más de tres horas que permitió reducir, de forma considerable la cantidad de algas acumuladas. Toda la extracción, en la que se superó la veintena de tractores, fue a parar a fincas de particulares que lo solicitaron previamente en la Cofradía y cuyo destino será el de convertirse en abono.

Maricarmen Dios Castro, presidenta de la Organización de Productores (OPP-20) señalaba ayer que "la zona ha quedado bastante limpia y esperamos que el temporal que se avecina a partir de mañana ayude a limpiar esta zona y todo el litoral, aunque en el caso de A Sapeira somos conscientes de que la existencia del muelle de Cabodeiro complica mucho las cosas". Lo que tiene claro es que no van a poder regresar en los próximos días a trabajar en la limpieza de esa zona ya que "las mareas nos lo van a impedir, por lo que solo nos queda esperar para ver como evoluciona una situación que, por el momento, no ha provocado mortandad".