La Audiencia Provincial de Pontevedra acaba de declarar firme la condena a los dos autores de un robo con fuerza, en grado de tentativa, en las instalaciones de una empresa de Catoira. Aunque en un primer momento consiguieron hacerse con el botín, los ladrones fueron detenidos de forma inmediata por la Guardia Civil, que había sido alertada por el propietario de la nave de que se estaba produciendo el robo. Uno de los asaltantes deberá cumplir una pena de prisión de 14 meses, no sólo por el robo, sino también por un delito de conducción sin permiso, ambos con el agravante de reincidencia. Su compinche fue condenado a seis meses de prisión. Ambos tendrán que indemnizar, además, a la empresa por los daños producidos en sus instalaciones, concretamente en la ventana por la que accedieron al interior de la nave.
Los hechos que se declaran probados en la sentencia ocurrieron el 8 de agosto del año 2012, alrededor de las 11:30 de la mañana. Estos dos individuos acudieron a las instalaciones de la mercantil Productos Ulla, que en 2011 entró en concurso de acreedores y cesó su actividad, y entraron en ellas con la intención de robar objetos que encontrasen en su interior. Se apoderaron de 18 metros de cable de cobre de distintos diámetros, 20 metros de cable compensado y tres enchufes trifásicos. Introdujeron todo en una furgoneta y emprendieron la huida. No se percataron que uno de los propietarios de la nave los había visto perpetrar el robo y los iba siguiendo al tiempo que contactaba con la Guardia Civil. Así, fueron detenidos en las inmediaciones de la fábrica.
El ladrón que iba al volante de la furgoneta conducía sin permiso, un delito por el que ya había sido condenado en varias ocasiones anteriores por juzgados de Padrón y de Santiago de Compostela. Contaba también con antecedentes por otros delitos de robo, de ahí que su condena sea la más elevada: cinco meses de prisión por conducir sin permiso y nueve meses y un día por el robo en Productos Ulla. El segundo de los ladrones, condenado a seis meses de cárcel, recurrió la sentencia de primera instancia ante la Audiencia Provincial de Pontevedra, alegando errores en la valoración de las pruebas. La apelación fue desestimada ya que "no se ha indicado en qué consiste el error en cuestión o la inexactitud y no consta que el relato de hechos fácticos sea oscuro, impreciso, dubitativo, ininteligible, incongruente o contradictorio en sí mismo", reza la sentencia. En ella se explica que el juez valoró la declaración del propietario de la fábrica que sorprendió a los malhechores, un relato que "no parece absurdo ni irracional" y que integrado con el resto "de indicios que obran en la causa" hacen que la sentencia sea confirmada en su integridad.
