Un gran alivio es lo que supuso ayer para viandantes y comerciantes de Doutor Tourón la presencia de operarios municipales para iniciar las obras de reparación de las maltrechas aceras de esta céntrica calle de Vilagarcía. Y es que los importantes daños en las baldosas convirtieron este vial en los últimos meses, e incluso años, en un foco de constantes caídas y tropezones que tenían harta a la ciudadanía, muy especialmente a los vecinos de este entorno. "Las aceras están en un estado vergonzoso, es tremendo", asegura Elena Herrera recordando que "yo ya me caí dos veces caminando por Vilagarcía, y una de ellas embarazada,y ahora tengo el menisco tocado". También su madre acabó por los suelos debido a un paso en falso en una acera, en su caso en las inmediaciones del río de O Con. Por eso, de un tiempo a esta parte "siempre llamo al Ayuntamiento cuando veo alguna baldosa levantada", para intentar evitar que otras personas sufran tambien tropezones. Aún así, continúa, "no entiendo cómo hacen las obras, porque zonas que ya repararon siguen con charcos de agua".

Su testimonio no es la excepción, sino la norma se pregunte a quién se pregunte. "No es la primera ni la segunda persona que se cae", corrobora Irene Frontela, trabajadora de un comercio multiprecios en Doutor Tourón. Es frecuente que los clientes "comenten que se tropezaron en una acera, porque están desastrosas. Si vas un poco despistado" y, sobre todo, "cuando llueve" es fácil que los peatones no se percaten de los desperfectos en el piso, "y no solo mayores, también jóvenes". Otra comerciante de la zona, una hostelera, también fue testigo de varios incidentes a consecuencia de los socavones en las aceras. "Las baldosas están desniveladas, unas más arriba y otras más abajo, y ya tuve que salir dos veces" de la cafetería "a ayudar a gente a que se levantara" después de una caída. "Una chica no podía caminar, se había torcido el tobillo, por lo que tuvo que venir Protección Civil" a prestarle auxilio, relata. Esta damnificada no tuvo después reparos en acudir al Concello a denunciar el mal estado de las zonas peatonales y a reclamar una solución. Y es que para muchos las obras de reparación llegan demasiado tarde. "Junto a una alcantarilla una baldosa estuvo años levantada y señores mayores no se mataron de milagro", continúa la hostelera. "No entiendo cómo tardaron tanto en arreglar estas aceras, no sé a qué esperaban porque estaban fatal".

Riesgo para los peatones

Los trabajos, anunciados por el Ayuntamiento esta misma semana, se llevan a cabo en el tramo de Doutor Tourón comprendido entre la Plaza de España y glorieta de Pablo Picasso. Y es que el gobierno local era consciente desde hacía bastante tiempo de las quejas y denuncias vecinales. La falta de mantenimiento de las aceras suponía un gran riesgo para los viandantes, especialmente para las personas aquejadas de mayores problemas de movilidad, como los niños o los mayores. Y es que, además, de faltar algunas baldosas, otras están rotas o acumulan agua por debajo, salpicando a los peatones cuando pisan sobre alguna de ellas.

El problema, además, no es único de esta calle. Irene Frontela comenta que considera todavía más grave la situación de algunos de los viales que rodean la Cámara de Comercio, cuya titularidad pasó a ser municipal en 2014 en virtud de una cesión de los empresarios. Allí sí que vi caerse a una persona" que necesitó asistencia médica, recuerda.

Y cierto es que los desniveles y socavones en las aceras son en algunos casos bastante más pronunciados que los de Doutor Tourón.