Caminar seguro por las aceras de Doutor Tourón solo era posible hasta ahora si los peatones iban mirando al suelo. Sobre todo quienes circulaban por el margen izquierdo de la calzada, partiendo desde la Plaza de España. Es por ahí por dónde comenzaron las obras de reposición ya que es donde se concentra el mayor número de desperfectos.

Un rápido paseo permitía ayer percatarse de que muchas de las baldosas estaban hundidas. Otras sueltas, que "bailan" cada vez que son pisadas y que pueden provocar que algún viandante se desequilibre. Lo mismo ocurre con los desniveles en varias zonas del suelo, en algunos casos provocados por la rotura de las losetas. Desde luego, caminar con tacones por la zona parece que en los últimos tiempos fue una auténtica misión de riesgo.

Destacaba también ayer un considerable charco de agua en medio de la acera, a pesar de llevar dos días sin llover en Vilagarcía. El agua, que impide percibir los desperfectos del suelo, es señalada por los vecinos y comerciantes de Doutor Tourón como uno de los mayores peligros.