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La situación afecta a algunas de las zonas de infaunales más importantes de la ría

Los bancos marisqueros de O Grove, ahora cerrados. // Muñiz

Después de que el lunes, como avanzó ayer FARO DE VIGO, el Instituto Tecnológico para el Control del Medio Marino (Intecmar) ordenara el cierre de diez polígonos mejilloneros, otros dos dedicados al cultivo de ostra en batea y tres zonas de producción de moluscos infaunales de la ría de Arousa -en el triángulo imaginario entre A Illa, Ribeira y A Lanzada-, los últimos resultados analíticos obtenidos tras las pruebas realizadas en las instalaciones de Vilaxoán sirvieron para que ayer se confirmaran esos cierres y se elevaran a definitivos algunos de los que estaban en situación de cautelares.

Es la prueba evidente de que las células tóxicas siguen muy presentes en Arousa y prácticamente todas las rías gallegas, de ahí que también se prohibiera la extracción de almeja, berberecho, navaja y longueirón en bancos marisqueros tan importantes como los de O Grove y Cambados.

Al hablar de los infaunales hay que destacar que, a diferencia de lo que ocurre con el mejillón, la de Arousa es ahora mismo la ría más afectada. Tiene cerradas las zonas I, II y VII, que como se explicaba ayer corresponden a la parte exterior de la ría, desde A Illa de Arousa.

De este modo siguen abiertas, de momento, otras cuatro zonas, desde el municipio isleño hacia Os Lombos do Ulla.

Respecto a las restantes rías, puede decirse que en Vigo hay una zona cerrada y cinco abiertas, mientras que Pontevedra tiene dos inoperativas desde ayer y tres abiertas. Todo lo demás, desde Muros-Noia hasta Ribadeo, pasando por Foz, Cedeira, Ares-Betanzos, O Burgo-A Coruña, Baldaio, Corme-Laxe o Corcubión, está por ahora exento de biotoxinas marinas.

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