La vilagarciana que responde a las iniciales L.M.O. denunció en varias ocasiones que en el edificio en el que vive, en la calle Ramón Cabanillas, "hay problemas de trapicheo de drogas, se acumulan los excrementos de animales en las zonas comunes e incluso me destrozaron el trastero y el buzón".

Ahora, tras presentar denuncia en la Comisaría de Policía Nacional y pedir ayuda tanto al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil como al Concello, explica que "nadie hace nada por ayudarme".

Y no solo eso, sino que argumenta que en la Administración local "se burlan de mí, pues cuando les digo que hay excrementos de los animales, suciedad y todo tipo de porquería me contestan que si tropiezo, resbalo y me caigo lo que debo hacer es llamar a una ambulancia".

Sostiene que así se lo transmitieron "desde el Ayuntamiento, ya que a pesar de que intenté hablar personalmente con el alcalde para explicarle mi situación no quiere recibirme".

Como ya explicó esta vilagarciana hace unos días a través de FARO, está "muy preocupada" porque no es la primera vez que sufre este tipo de situaciones incómodas, pues reconoce que vive en un edificio "conflictivo que a veces parece un verdadero infierno".

Habla así, entre otras cosas, de la entrada y salida constante de personas ajenas al inmueble que la llevan a sospechar de que puede tratarse de un punto caliente para el trapicheo de sustancias estupefacientes.