El vecino de Vilagarcía de iniciales J.M.C.V., detenido el pasado jueves por agredir a su pareja con una copa de cristal en un bar, se enfrenta a una condena de entre dos y cinco años de prisión como supuesto autor de un delito de lesiones, con el agravante de haber utilizado un utensilio u objeto peligroso y por el hecho de que la damnificada sea su esposa.

El imputado y la víctima estaban citados en la mañana de ayer en el Juzgado número 3 de Vilagarcía, especializado en casos de violencia de género, para la celebración de un juicio rápido que finalmente no se celebró debido a la gravedad de las penas que tanto el fiscal como la acusación particular solicitan para J.M.C.V. La vista oral quedó fijada para el día 5 de mayo en el Juzgado de lo Penal número 4 de Pontevedra, confirma Santiago Prego, representante legal de la víctima.

El acusado, de unos 45 años de edad, es natural de la parroquia caldense de Godos, si bien residía en Vilagarcía en compañía de su esposa. El pasado jueves, mientras ambos estaban en un local de hostelería y en presencia de testigos, J.M.C.V. supuestamente"golpeó con una copa de cristal" a su mujer, explica el abogado. La víctima sufre un corte vertical de "cinco centímetros" en el rostro por el que necesitó cuatro puntos de sutura. Además, "le duele el oído y tiene pánico" a volver a sufrir de nuevo una agresión, apunta Santiago Prego. Cabe recordar, en este sentido, que J.M.C.V., pese a estar en libertad con cargos, tiene impuesta una orden de alejamiento de su esposa, lo que le impide acercarse a menos de 200 metros o ponerse en contacto con ella por cualquier medio. Estas medidas cautelares seguirán vigentes hasta la celebración del juicio oral, incide Prego.

Detenido en el Hospital

J.M.C.V. fue detenido por la Policía Local de Vilagarcía en el Hospital de O Salnés, centro al que acudieron ambos miembros del matrimonio después de consumarse la agresión. Ella con el mencionado corte en la cara y él con heridas en su mano derecha también a consecuencia de los cristales.

Tras escuchar el relato de la víctima, los médicos decidieron poner en marcha el protocolo de violencia de género y alertaron a la Policía. Dos patrullas se desplazaron hasta el centro hospitalario y, tras recibir asistencia médica, el presunto agresor fue trasladado a los calabozos de la Policía Nacional en calidad de detenido, mientras que a la mujer se le tomó declaración en las mismas dependencias policiales. Al día siguiente, J.M.C.V. fue puesto en libertad con cargos.