Tremenda es la indignación de los colectivos animalistas de O Salnés tras conocer el caso de unos adolescentes de Cambados que en la tarde del sábado fueron sorprendidos lanzando piedras contra una gata silvestre y las cuatro crías que acababa de parir.
La presidenta del Refugio de Animales, Olga Costa admitía su desconcierto porque consideraba erradicado este tipo de comportamientos por lo que considera necesario retomar el programa escolar para concienciar a los alumnos en contra del maltrato animal.
Los hechos se produjeron en las inmediaciones de la iglesia parroquial. Allí, dos jóvenes quinceañeros se "divertían" a pedradas con la felina que acababa de dar a luz a cuatro gatitos "que todavía tenían envuelta parte de la placenta". "A su lado había varias chicas de su edad que se carcajeaban con la ocurrencia de los dos chicos", lamenta Olga Costa.
Los hechos fueron vistos por vecinos que les llamaron la atención y después se pusieron en contacto con el Refugio de Animales que, aunque saturado, decidió hacerse cargo de la situación por las cartacterísticas de los hechos.
"Nos acercamos hasta allí con la intención de coger a la adulta y las crías y aunque le pusimos la trampa solo pudimos hacernos cargo de los gatitos", explica.
Los cuatro recién nacidos, que se encuentran a salvo en casa de una colaboradora del Refugio de Cambados, "tenían síntomas de hipotermia y un hambre atroz. Estuvieron más de 15 minutos con el biberón porque era la primera vez que comían", señala.
Se les introdujo asimismo en una manta térmica y esta misma mañana, agrega Costa, "estaban todos vivos".
Pero lo que más preocupa a Costa es el retroceso que se produjo con respecto a la educación en el respeto a los animales. "Pensábamos que este tipo de situaciones ya no ocurrían en Cambados porque no tuvimos un episodio similar en los últimos diez años, como mínimo", lamenta.
Olga Costa se propone ahora retomar las charlas divulgativas en distintos centros educativos de la localidad y la comarca con el fin de que los jóvenes vuelvan a recuperar esos valores que parecían conquistados.
La presidenta del Refugio participó ayer en el mercadillo solidario que la Fundación Artiaga celebró este fin de semana en A Peixería, en esta ocasión para dar a conocer sus programas, entre ellos AAN (Animales Abandonados y Necesitados).
Olga Costa se encargó de uno de los puestos y animó al público a disfrutar de la inteligencia de los animales. Y para ello se ayudó de "Mia" y "Ami", a los que ella define como los perros "lector" y "matemático".
Ella misma los adiestró de forma que mientras Ami, de 6 años, se pone delante de un libro con ademán de leer; Mía, de 11, demuestra que sabe sumar y multiplicar. Así dos por tres fueron seis ladridos y cuatro más uno, cinco golpes de voz. Al final, Olga Costa les premió con una "chuche", porque ésta es la única forma de civismo que se debe promover.
