-Sufrí uno en las navidades de 1989. En aquella época habían asesinado a unos compañeros del gremio. Había muchos problemas por aquel entonces. Estaba esperando en la parada de la Sociedad Cultural por el Castromil. Bajaron dos personas con una bolsa y me pidieron que los llevase a Vilagarcía. Me dijeron que les esperase y fueron a las galerías del río de O Con. A los diez minutos volvieron con la misma bolsa de plástico. Nos dijeron que nos llevase de vuelta a Cambados. De aquella había un gobernador civil (Jorge Parada Mejuto) que nos daba las instrucciones. Antes no había los medios que hay ahora. Al llegar a San Marcos me dijeron que cogiera para la izquierda. Me crucé con una patrulla y le hice el truco de la luz verde que le llamaban la ratonera. Cuando estaba por Sisán me hicieron parar. Me dijeron que le dejase el coche y que a la mañana siguiente lo recogiese en Porriño. Cuando pensé que la Guardia Civil no se había dado cuenta, sí se dieron cuenta. En ese trozo de camino de Sisán me localizaron. Ellos se asustaron y escaparon a correr. Y ahí se quedó la cosa. Los identifiqué luego. Me acuerdo de las palabras de un policía que había tenido una gran suerte porque hacía pocos meses esa persona que me quiso robar el coche había asesinado a un taxista en Tenerife.