El baloncesto arousano ha vuelto a traspasar fronteras. Por tercer año consecutivo los alumnos del ciclo de técnico que se imparte en el IES Fermín Bouza Brey han podido completar su formación más allá de los Pirineos gracias a unas becas financiadas por la Unión Europea dentro del proyecto Erasmus.
Suecia y Alemania han vuelto a ser los destinos que han servido de fuente de conocimiento para los cinco entrenadores que han podido gozar de esta oportunidad. Los clubes Eskilstuna y Rathiopharm Ulm han ejercido de anfitriones de los expedicionarios durante todo un mes en el que han tenido la oportunidad de incluso participar de la dinámica de trabajo de cada una de esas dos entidades.
Hasta la ciudad sueca, situada a solo una hora de la capital Estocolmo, viajaron los alumnos de primer curso Alejandro Chaves y Rubén Barreiro junto a Álvaro Poza y Gabriel López, que ya han completado el segundo curso. Angélica Gabrielsson, coordinadora del club nórdico, fue la que les dio la bienvenida a su llegada.
Una residencia muy cercana al pabellón Bollhuset, propiedad del club, se ha convertido en las últimas semanas en su cuartel general. Allí no falta de nada y los estudiantes arousanos cuentan con todas las comodidades. Desde comunicarse con la familia vía internet o completar sus trabajos, algunos de los cuales se han llevado a la práctica en algún entrenamiento de los equipos de cantera del Eskilstuna.
Desde hace tres temporadas el club sueco y el ciclo de Técnico Superior en baloncesto guardan una estrecha relación. Tanto es así que ya son varios los entrenadores que por allí pasaron en los tres últimos años. La hospitalidad con la que se encuentran a su llegada es absoluta e incluso la integración en el grupo de entrenadores y jugadores del club se convierte en la principal ocupación del tiempo libre.
El coqueto pabellón del club se ha convertido en su segunda casa. La colaboración en todos los entrenamientos de la cantera por parte de los cuatro estudiantes fue constante. Desde el desarrollo de los ejercicios hasta la el diseño de la sesión. Todo ello en contacto directo con los entrenadores nativos, con el consiguiente beneficio a la hora de perfeccionar el inglés.
Incluso hubo tiempo para participar como jugadores en algún entrenamiento, comprobando que el nivel actual del baloncesto en Suecia está bastante lejano del que se disfruta en España.
Hasta Ulm viajó Germán Lozano. El marinense ha podido imbuirse en la dinámica de trabajo de un club que cuenta con uno de los mayores presupuestos del baloncesto teutón. Allí ejerció de anfitrión el español Jesús Ramírez, técnico ayudante de la plantilla profesional. Curiosamente Germán también ejerce de colaborador de Javier Llorente en el Marín Peixe Galego. Debido a su estancia en Alemania no ha podido estar al lado del equipo en el momento culminante del ascenso marinense a LEB Oro la pasada semana, pero la experiencia alemana ya no se la quitará nadie.
