La iglesia de Santa María de Caleiro, en Vilanova, se reabrirá al culto en apenas una semana, tras 11 años cerrada por obras de restauración. Se trata de uno de los edificios religiosos más importantes de la comarca desde un punto de vista histórico-artístico, pues data del año 1140, y en aunque de origen románico, en el interior de sus capillas coexisten elementos neoclásicos y barrocos.
La iglesia volverá a abrir al culto el 10 de abril (domingo) con una ceremonia religiosa solemne a la que está previsto que acuda el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, y con una comida de confraternidad en el salón parroquial.
No es, de todos modos, el final del camino, puesto que tal y como reconoce el sacerdote Manuel Castroagudín, que se ocupa de esta parroquia, aún quedan algunas obras por hacer, como la restauración de la tribuna y de todos los retablos -menos el del Carmen-, o el encintado e impermeabilización exterior.
Estos días hay mucho ajetreo de trabajadores en el interior del templo, pues los electricistas, carpinteros y escayolistas se afanan en diferentes trabajos en la tribuna, la sacristía, el presbiterio o los coros.
La parroquia de Caleiro inició a principios de la década pasada la restauración de su iglesia, que presentaba un deterioro bastante avanzado debido en parte a las humedades que se filtraban por el tejado. Para acometer la obra, los vecinos realizaron varias aportaciones económicas, y la parroquia contó igualmente con ayudas del Ayuntamiento en forma de mano de obra.
Asimismo, tal y como señala Manuel Castroagudín, fue también fundamental la implicación de varios vecinos, como la de un constructor de la parroquia que se encargó de los trabajos que se hicieron en la última fase. "Le pagamos, pero cualquier otra empresa nos hubiese cobrado muchísimo más por las mismas obras. Él no solo nos regaló horas de trabajo, sino que también puso toda la ilusión y profesionalidad, trabajando en la iglesia como si fuese para su casa". Asimismo, una persona anónima costeó la mesa de piedra del altar, que es una réplica de la existente en el exterior de la iglesia, bajo un cobertizo, y que es según el cura la original del siglo XII -la mesa, no así las patas-, y los bateeiros de Caleiro han costeado la restauración del retablo de la Virgen del Carmen.
Regreso a los orígenes
El cura que atiende esta parroquia de Vilanova señala que los trabajos de restauración que se han acometido han sido en buena medida "una vuelta a los orígenes" del templo, puesto que no solo se actuó en los elementos estructurales, como la propia techumbre de madera, sino que también se aprovechó por ejemplo para eliminar los añadidos de baldosa y madera que se colocaron en su día sobre el pavimento, de modo que ahora es de piedra a la vista.
Manuel Castroagudín apunta que en cuanto la iglesia parroquial vuelva a abrir al culto, se compatibilizará su uso con el salón parroquial, que se construyó en su día en una parte de la finca de la rectoral. Así, las misas de diario y la de primera hora de la mañana de los domingos volverán a ser en el templo románico, mientras que las celebraciones que se presumen más multitudinarias, como la misa de los domingos al mediodía, las catequesis o los funerales seguirán siendo en el salón parroquial, que dispone de mayor espacio. En cuanto a las bodas, la mayoría de parejas prefieren celebrarlas en la iglesia, de ahí que puedan volver a celebrarse en ella.
