El gobierno socialista de O Grove -ocho concejales- y la oposición municipal -formada por cuatro grupos que suman nueve miembros- se acusan mutuamente de bloquear el desarrollo de la localidad y perjudicar a los vecinos.
Y todo en relación con el debate del presupuesto municipal de 2016, sometido a consideración de la Corporación en la sesión plenaria del lunes y rechazado con los votos de la oposición.
Tanto PP como Esquerda Unida (EU), Partido Galeguista Demócrata (PGD) y BNG lamentan la incapacidad del regidor para negociar el documento y sacarlo adelante. También le reprochan el contenido del mismo, al considerar que no responde a las verdaderas necesidades de los ciudadanos. Algunos incluso critican que "no es un proyecto de izquierdas, sino de derechas".
Pero el gobierno socialista se defiende atacando y recurriendo a similar estrategia, definiendo a todos los opositores como "grupos de derecha" y asegurando que, "liderados por EU, escenificaron en el pleno una batalla política en la que los únicos perjudicados son los vecinos".
Para explicar que los opositores "paralizan el Concello", el ejecutivo que dirige Antonio Cacabelos esgrime que "una vez más Grove sufre las consecuencias de priorizar los intereses de partido a los intereses colectivos, y como ya sucedió en los cuatro años del gobierno tripartito, los intereses electoralistas se anteponen a la realidad y necesidades del pueblo".
Lamentan en el gobierno que los grupos opositores "se unieron para crear un problema artificial, votando en contra de un presupuesto en el que hemos trabajado desde diciembre".
Pero "a pesar de las reuniones celebradas, la transparencia y de que la oposición tiene toda la información necesaria, sus integrantes adoptaron la postura del 'no por el no' para evitar que este gobierno pueda cumplir sus compromisos o pueda seguir avanzando en un trabajo de mejora de servicios y de aplicación de políticas objetivas y de igualdad".
Las consecuencias
Aunque la oposición niega toda responsabilidad, "este capricho -según definen los socialistas el voto en contra del presupuesto- pone en riesgo el pago de las nóminas del personal de Emergencias, impide formalizar el convenio con la asociación BATA para contratar personal con discapacidades, deja en suspenso las actividades deportivas, impide la compra de material para los desfibriladores, evita la realización de talleres de formación y empleo para menores de 25 años, anula la compra de un camión para limpieza, deja pendiente el servicio de asistencia a domicilio, frena la reforma de la oficina de turismo e incluso pone en cuestión determinadas subvenciones solicitadas".
