La Semana Santa supuso un mayor despliegue por parte de los agentes de la Guardia Civil de Tráfico para garantizar la seguridad en las carreteras pontevedresas y especialmente en aquellas zonas de mayor afluencia turística como Sanxenxo y O Salnés. Así, se incrementó el número de controles de velocidad y también de alcohol y drogas, además de los dispositivos destinados a detectar comportamientos inapropiados en carretera.

Uno de los comportamientos más reprochables fue el de un conductor que pese a estar al volante de un vehículo de servicio público de viajeros en turismo, un taxista, dio positivo en el control antidroga al que fue sometido. Fue denunciado por los agentes y además los tres usuarios que llevaba se quedaron atónitos y tuvieron que hacer uso de otro medio de transporte público al inmovilizarse el vehículo en el que viajaban inicialmente.

En total, durante este balance de Semana Santa, los agentes de la Guardia Civil del Subsector de Tráfico de Pontevedra han denunciado entre los días 23 y 27 de marzo a 74 conductores por conducir habiendo consumido alcohol o estupefacientes. Fueron 17 positivos por drogas y 57 por alcohol de un total de 988 pruebas. Fueron 49 denuncias por vía administrativa y 8 ante la autoridad judicial al superar la tasa de 0,60 mg/l en aire expirado. La mayoría de los positivos por alcohol lo fueron en controles preventivos pero uno de ellos estuvo involucrado en un siniestro.

En cuanto a drogas, se realizaron 31 pruebas, dando positivo 17, un 54,8% del total. Se les denunció por vía administrativa por una infracción grave y sanción de mil euros y 6 puntos.

Además, durante estos cinco días de refuerzo de la vigilancia, tres conductores intentaron eludir los controles al detectar la presencia policial. Un conductor, en su huida, además de obviar diversas señales de prohibición, puso en peligro la vida de un peatón al tener que retirarse apresuradamente de la calzada para evitar ser arrollado, según él mismo manifestó. El conductor fue localizado y denunciado ante el juzgado por un supuesto delito de conducción temeraria. Se expone a penas de prisión de entre seis meses y dos años, así como la pérdida del carné durante uno y 6 años. También fue denunciado administrativamente por dar positivo por alcohol y consumo de cocaína. Otro de los conductores que intentó huir fue denunciado por infracciones que conllevan la pérdida de 18 puntos (dio positivo por alcohol, cannabis y cocaína) y un tercero que desobedeció las órdenes de los agente superó la tasa de alcoholemia permitida.