Casi dos meses después del tornado que destruyó por completo el pabellón de deportes del Xil la instalación deportiva sigue igual que quedó aquel 6 de febrero, semiderruida en todo su frontal y con la cubierta hecha jirones.

A día de hoy el concello no realizó todavía actuación alguna en dicho pabellón, y el paso a la zona sigue cortado por una cinta delimitadora de la policia local a modo de precinto, a pesar de que han transcurrido casi dos meses. Los usuarios han expresado su indignación por la falta de agilidad de las administraciones a la hora de resolver este tipo de asuntos.

Cabe poner de manifiesto que ni siquiera se ha hecho pública todavía la valoración económica de los daños aunque el gobierno local, que dirige el PP de Lourdes Ucha, dijo que estaría lista en cuestión de días, pero que todavía no se conoce a pesar de que ha transcurrido un considerable tiempo.

El tornado del pasado 6 de febrero había dañado, amén del pabellón, media docena de viviendas en Xil y Dena, incluída la cubierta del CEIP de Coirón así como dos invernaderos en Xil.

A día de hoy, en un recorrido por todos esos lugares afectados se comprueba que apenas si quedan vestigios de los daños: las cubiertas han sido reparadas, los árboles y la estructura de los invernaderos retirados? únicamente no se actuó en el pabellón de deportes de Xil cuya estampa actual parece haberse integrado ya en el paisaje de la localidad.

Algunos vecinos no ocultan su malestar por la frialdad con que actuaron las autoridades locales tras el suceso, sin visitar en casos las viviendas afectadas y ni siquiera interesarse por las personas que ocupaban esas viviendas afectadas por un fenómeno de la naturaleza.

"Por aquí los únicos que vinísteis fuísteis vosotros -en relación a los medios de comunicación-, porque del concello no ha venido nadie a preguntar ni a interesarse por nada de lo que nos ha sucedido", lamenta una vecina de Coirón cuya vivienda fue una de las mas afectadas por el tornado.

"Bien que vienen luego a interesarse cuando se aproximan las elecciones, pero cuando nos sacude algo así no se pasa ningún político", apunta otra de las afectadas que, pensionista ella, cuya humilde vivienda carecía de seguro y que reconoce haberse pasado por el concello para entrevistarse con la regidora Lourdes Ucha sobre el particular "pero por el momento no obtuve otra cosa que buenas palabras, no más".

Preguntada sobre la situación del pabellón de deportes de Xil, Lourdes Ucha únicamente reconoce que "se están haciendo gestiones y solicitando los permisos pertinentes para acometer la labor de reconstrucción". Y es que entre ellos se precisa de una autorizacion de la Direccion Xeral de Patrimonio dada la inmediatez del pabellon al conjunto histórico-artístico que supone la iglesia parroquial, la vieja rectoral y su hórreo que, paradójicamente y pese a la cercanía, no se vieron afectados por el tornado aquel 6 de febrero.

El concello busca tambien a traves de los programas de la Federación Galega de Municipios y Provincias (Fegamp) y otras administraciones algún tipo de subvención para acometer la obra de reconstrucción.

Por otra parte faltaría también por constatar los peritajes de las companías de seguros con las que el concello mantiene suscritas las pólizas de sus edificios publicos.

Según manifiesta la regidora la intención del concello es reconstruir la estructura del pabellón de deportes en su integridad.

Cierto que el grupo de gobierno había prometido en campana electoral, convertir este pabellón de Xil -una instalación que estaba infrautilizada- en un centro físico-deportivo tipo gimnasio, si bien, según reconoce la regidora, ello conllevaría una remodelación que afectaría más al interior que a la estrucura exterior.

En parte, por ello, los vecinos de Meaño consideran que se debe acelerar el nuevo proyecto y aprovechar que se tienen que realizar reformas de mucha importancia en las instalaciones.

Realizar todo a la vez puede suponer además de un importante ahorro de tiempo una inversión muy inferior si se gestiona bien la indemnización que tendrá que pagar la compañía que asegura el edificio público o el consorcio.