Los hosteleros y representantes de diferentes negocios también ligados al turismo están visiblemente molestos. Y todo porque "Semana Santa ya ha comenzado, los turistas ya están aquí y nuestro pueblo es un caos viario debido a las obras de asfaltado que se llevan a cabo".

Quienes así se pronuncian explican que "estos trabajos eran muy necesarios porque las calles estaban que daban asco, pero lo que no puede hacerse es dejarlo todo para última hora", por eso exigen al Concello que las obras en las carreteras y calles de la villa "terminen de una vez por todas".

Solo así "podremos evitar importantes problemas" como los que, al parecer, se registraron ayer, con retenciones importantes en diferentes puntos de la localidad.

"Ya vino un montón de gente, y más que vendrá porque las perspectivas son muy positivas; además hay un ambiente muy bonito en nuestro pueblo, pero huele a piche y las molestias a causa de las obras son enormes", insisten los hosteleros.

Se trata, consideran, "de una clara muestra de mala planificación, ya que todo esto tenía que estar terminado mucho antes, incluso ordenando con tiempo suficiente que todas las obras estuvieran terminadas o paralizadas durante una época tan importante para la economía local como Semana Santa".