"Queremos hacer lo que mejor se nos da, que es salvar vidas". Esta es la reflexión que repiten una y otra vez Javier Losada y Carlos Rodríguez, los dos tripulantes del helicóptero Pesca I que van a pasar quince días en aguas del Mediterráneo y el mar Egeo tratando de ayudar a los refugiados.
De lo que se trata, matiza el grovense "Xavi" Losada, es de "llevar una bocanada de aire fresco a esa gente que lo arriesga todo por tener una oportunidad, aunque sea a costa de arriesgar sus vidas y la de sus hijos y ancianos en su desesperado intento de dejar atrás la tragedia permanente que viven en sus países y cruzar el mar sea como sea". Sabe este submarinista que "las mafias ofrecen embarcaciones de pésima calidad a cambio de los ahorros de esa gente, y lo que más nos preocupa son las condiciones en las que viajan los niños y personas mayores, que en caso de naufragio tienen muy pocas probabilidades de sobrevivir porque son los primeros que tragan las fauces del mar".
Pero con el apoyo de la ONG que les permite intervenir como rescatadores profesionales "esas personas pueden tener alguna posibilidad más de llegar a pisar tierra nuevamente en su desesperada huida". El objetivo, en definitiva, es tratar de hacer realidad el lema que mueve a la Asociación Europea de Nadadores de Rescate a la que pertenecen estos dos gallegos: "Que nadie se quede atrás".
