La Asociación Galega de Ambulantes e Autónomos sale en defensa del Ayuntamiento de Cambados, que fue cuestionado por el Sindicato Gitano por su nueva ordenanza reguladora de los mercadillos ambulantes. El presidente del colectivo, Francisco Romero Alvite plantea que "a mí el Sindicato Gitano me suena a algo rancio y racista" , y que "el reparto de los ambulantes por territorios no deja de ser una medida mafiosa y antidemocrática".

Cree que cuantos más vendedores haya en los mercados mejor, pero que estos han de cumplir la normativa, pero que "quizás las cooperativas no pueden cumplirla". Por ello, pide a los alcaldes que sean estrictos en el cumplimiento de la legalidad en el ramo.