Acabar con los vertidos al río Umia se ha convertido en una obsesión para la Mancomunidade de Municipios de la comarca de O Salnés que ve como el principal cauce fluvial que la atraviesa y de la que recibe el agua para el consumo sufre, de manera constante, episodios contaminantes. Los últimos vertidos en Cabanelas han colmado la paciencia de los responsables del ente que, además de las sanciones a los responsables, ya han alcanzado un acuerdo con Augas de Galicia para proceder a una profunda remodelación de la red de alcantarillado.

El presidente en funciones de la Mancomunidade, Gonzalo Durán, explicó ayer que la intención es reparar los colectores de la red de alcantarillado y proceder a mejorar los bombeos, especialmente el de Cabanelas, muy antiguos y sin capacidad para afrontar la gran cantidad de residuos que recibe. Para ello ya existe un acuerdo con Augas de Galicia, que destinará unos 800.000 euros a solventar las deficiencias del bombeo, mientras que tendrán que ser los concellos o la propia Mancomunidade la que resuelva el problema de las filtraciones en los colectores. Augas de Galicia ha realizado un estudio sobre la red de alcantarillado de la comarca de O Salnés en el que se destacan cuales son los principales problemas que sufre la red. Para ampliarlos, se está elaborando un plan desde la Xunta que va a permitir reforzar los bombeos, tanto el de Cabanelas como el de As Patiñas, en San Miguel de Deiro, que son los dos que presentan un mayor número de incidencias negativas.

Por su parte, la Mancomunidade va a realizar un estudio del coste que supondrá eliminar todas las filtraciones que se registran en los colectores. Este informe se va a elaborar "cuando Augas de Galicia nos remita la auditoria que realizó a la red de alcantarillado, donde detectó filtraciones en las conexiones y los problemas de bombeo." Insiste Durán en que "cambiar los bombeos nos permitirá incrementar su capacidad y esperamos tener el diagnóstico de Augas de Galicia en el plazo aproximado de diez días, lo que nos permitirá comenzar a trabajar y saber el nivel de intervención que debemos realizar para acabar con los problemas".

A los dos problemas anteriores, la antigüedad de los bombeos y las filtraciones, sobre todo en zonas inundables como la de Cabanelas, se suman los vertidos industriales.

Durán se mostró ayer tajante con esta situación asegurando que "las empresas, por ley, deben depurar sus residuos antes de verterlos al alcantarillado, va en los costes de producción, y deben ser los Concellos los que sancionen a aquellas firmas que cometan esta ilegalidad". Solucionarlo pasa por intensificar la vigilancia sobre aquellos que incumplen estas condiciones y esas investigaciones han dado resultado. "Hemos identificado dos empresas, el aserradero y una conservera, pero no son las únicas, hay más, por eso vamos a hacer una ronda de visitas a varias naves con personal de control de Augas de Galicia para ver cuáles son las medidas con las que cuentan y advertirles de que no pueden verter sin depurar".

Sancionarlas no es tan fácil en estos momentos, ya que se deben realizar una serie de procedimientos complejos, como son la realización de una serie de analíticas, que deben estar custodiadas por la Policía Local, para iniciar un expediente largo, el cual casi siempre acaba en un contencioso administrativo, sobre todo cuando hay una multa de por medio".

Durán convocará a los alcaldes de los cuatro municipios más afectados por esta situación (Cambados, Vilanova, Ribadumia y Vilagarcía) para aunar esfuerzos encaminados a frenar los vertidos que se están registrando al alcantarillado".