Hace menos de un mes los bateeiros presumían de haber alcanzado unos niveles de unidad nunca vistos y se conjuraban para mantenerse juntos y ejercer una presión con la que defender sus intereses y reivindicaciones. Pero a diferencia de lo que ocurre con las latas de conserva aquella unión tenía una fecha de caducidad inminente, de ahí que todo se olvidara en cuanto se retiró la ley de acuicultura que había revolucionado a la gente del mar.

Lo que sale a relucir ahora es la histórica fragmentación del sector bateeiro, el mismo que desde el principio dio la espalda al Consello Regulador y a la DOP, hasta el extremo de que este marchamo de calidad apenas representa el 10% de todo el molusco cultivado en Galicia. Ya sea para defenderse, para defender la DOP o para evitar la presión que se le viene encima después de que en el propio sector se pronosticara la desaparición de esta marca de calidad, el Consello Regulador contraataca con dureza y arremete contra Anfaco. Por ejemplo cuando el equipo de Francisco Alcalde asegura que la presidencia de la patronal está en manos "de la principal empresa conservera de mejillón de Chile, y que a su vez es interproveedor de una gran cadena de distribución". Esta circunstancia "puede poner en duda que las acciones de Anfaco puedan beneficiar a todas las empresas conserveras de Galicia", espetan. La acusan de eludir sus obligaciones y de defender a Anfaco.