La Guardia Civil investiga un robo perpetrado ayer en el bar Varadoiro de Caldas. Los ladrones causaron varios daños en el local y se hicieron con el botín de la máquina tragaperras tras forzarla. Con este es el cuarto establecimientos hostelero o comercial víctima de un robo en las últimas semanas en el casco urbano de caldense y se cree que detrás de esta ola de saqueos podrían estar el mismo grupo de personas.

El suceso ocurrió ayer en torno a las 5 de la mañana, cuando la central de alarmas avisaba al propietario del Varadoiro, Carlos Moreiras, de que había unos intrusos en su establecimiento hostelero. "Cuando llegué no me lo podía creer. Hicieran añicos un ventanal y reventaron por completo la máquina tragaperras", señalaba el propio Moreiras que enseguida se puso en contacto con la Guardia Civil para denunciar los hechos.

Los daños materiales ascienden a unos 500 euros solamente de la cristalera dañada, al ser de un cristal blindado. De este modo, está por cuantificar los destrozos en la máquina tragaperras así como el botín de monedas que contenía en el cajón. Se cree que los autores podrían tener controlado el establecimiento ya que estaba previsto que la empresa encargada del mantenimiento de esta máquina pasase a recoger la recaudación este fin de semana, por lo que se calcula que el dinero sustraído podía ser llegar a ser una elevada cuantía. En principio, se apunta a que no se produjeron más robos ni daños en el resto del local.

Según relató Moreiras, los ladrones debieron de actuar rápido tras sonar la alarma debido a que, entre otras cosas, dejaron una llave grande y un destornillador en el lugar de los hechos que se cree que podrían ser las herramientas empleadas para destrozar el cristal y la máquina tragaperras. "Después de deshacer la máquina cogieron el cajón de las monedas y se la debieron de llevar a uno de las entradas de alguna casa en la calle Real, porque fue ahí donde se dejaron en cajón tirado ya vacío", explicó el propietario del Varadoiro.

Tras realizar la correspondiente denuncia ante la Guardia Civil, acudieron al lugar de los hechos miembros de la policía científica para tomar datos. En ese sentido, el propio Moreiras señaló que se localizó una gran cantidad de huellas en el lugar. "Lo difícil será saber cuáles son las de los ladrones y cuáles las de los clientes que jugaron estos días en la máquina", señaló el propietario del bar.