-Básicamente creo que a ciertos niveles es lo que marca la diferencia. Muchas veces es cuestión de presión y hay que encontrar como controlar esa presión. Tienes que controlar tus estímulos. No puedes depender solo del entrenador a la hora de tener refuerzos positivos. También se puede cambiar el foco de atención y centrarse en la tarea en el juego o analizar simplemente porque me siento tan nervioso. El miedo a fallar o al fracaso es controlable. Si se priorizan mejor los pensamientos y el análisis de las consecuencias eso hará controlar la presión.