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Mar da luz verde a las obras en la lonja de A Illa para crear una zona de estabulación

La actuación consistirá en una ampliación de unos 150 metros cuadrados que permite al pósito isleño realizar subastas de crustáceos y cefalópodos

Lonja de A Illa de Arousa. // Iñaki Abella

Una zona de estabulación y conseguir espacio para ampliar el número de especies a subastar. Ese es el fin que se busca con la ampliación que la Consellería do Mar ha autorizado para la lonja de A Illa de Arousa, una reclamación que se viene madurando desde hace años y que es crucial para los marineros. Así lo entienden desde la Cofradía y desde la Organización de Productores (OPP-20), entidades que gestionan la "rula" isleña, las cuales comenzaron a gestionar esta actuación hace más de un año.

La actuación consistirá en una ampliación de la actual lonja que tiene por objetivo dotarla con unos 150 metros cuadrados más de superficie útil, donde se van a instalar varios pilones para guardar las capturas de los marineros con el fin de que no se expongan a los robos de marisco. Esta ampliación se situará en la zona este, y se aprovechará parte del estacionamiento posterior para acometerla. En principio, la actuación continúa el esquema estructural de la actual lonja.

El propio patrón mayor, Juan José Rial Millán, explica que esos pilones "van a estar situados en un lugar vigilado y contarán con agua a la temperatura adecuada para mantener las capturas, convirtiéndose en una opción de la que carece la flota, ya que en la actualidad, se ven obligados a dejarlas en cualquier sitio con riesgo de ver como desaparece su trabajo". También podría prestar servicio a los compradores, que podrían dejar el producto adquirido, con sus consiguientes guías, antes de recogerlo para su comercialización.

Además, la ejecución de esta ampliación también abre las puertas a otro de los grandes objetivos de la lonja isleña, la de ampliar la gama de productos que se subastan en ella. Uno de esos productos es el chopo, y que A Illa cuenta con una importante flota de barcos dedicados a artes como los trasmallos y los miños, pero que estaban acudiendo a vender a otras lonjas de la ría ante la ausencia de espacio y compradores en la rula de O Xufre, una costumbre que se espera cambiar en cuanto comience a funcionar esta ampliación, previsiblemente, a lo largo de este año.

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