Los voluntarios de Protección Civil de O Grove terminaron en la tarde de ayer de desalojar el edificio de Borreiros donde tenían hasta ahora sus dependencias junto al servicio municipal de emergencias. Los miembros de la agrupación han trasladado sus objetos personales y material de trabajo a sus domicilios particulares y al garaje que les ha prestado un amigo para este cometido. Y es que a primera hora de la tarde de ayer, el presidente de Protección Civil, Víctor Otero Prol afirmaba que "en estos momentos no nos vamos para ningún lado", y que aún "no sabemos nada" de la supuesta caseta de 12 metros cuadrados en la que el Ayuntamiento pretende reubicarles en la zona portuaria.

El alcalde de O Grove, el socialista Antonio Cacabelos, ordenó el jueves que Protección Civil desalojase la base de Borreiros, un local de más de 200 metros cuadrados que los voluntarios compartían desde 2008 -cuando el edificio fue inaugurado, siendo Cacabelos precisamente alcalde- con los miembros de la unidad de emergencias que cobra un sueldo por su trabajo, y cuyos integrantes son en algunos casos también voluntarios de la agrupación.

Protección Civil empezó a desalojar las dependencias el mismo jueves por la tarde, y ayer prosiguieron, hasta dejar vacías las tres dependencias que ocupaban, y en las que tenían sus despachos Otero Prol y la unidad marítima de la agrupación. Además, contaban con una gran estantería de pared para su material.

El presidente de Protección Civil admite que "estas cosas no gustan, pero estamos a disposición del alcalde". Acto seguido, y a preguntas de este periódico afirmó que "para nosotros no es momento de opinar, sino de obedecer".

Protección Civil de O Grove cuenta con medio centenar de voluntarios. Se trata de una de las agrupaciones más veteranas de Galicia, pues se fundó en 1993, y entre su material cuenta con dos vehículos propios. Se trata de sendos todoterrenos para el desplazamiento de personal y de material, y la entidad y el Concello tendrán ahora que sentarse para decidir qué uso se le dará a partir de ahora a dichos automóviles. En el caso del servicio de emergencias, cuenta con una dotación de una docena de personas.

Críticas de Alfredo Bea

La reestructuración del servicio de Protección Civil ordenada por el ejecutivo local ha sido duramente contestada por el concejal galeguista Alfredo Bea, que fue en su día edil delegado de dicha materia. Éste afirmó que los planes del PSOE ponen en peligro el trabajo de prevención y coordinación llevado a cabo en los últimos años, como el plan "Caminos Escolares Seguros".

Los cambios también suponen el nombramiento de una nueva persona que se pondrá al frente del servicio de emergencias, y que a partir de ahora será José Antonio Álvarez Domínguez, "Patako", un hombre de 29 años que lleva más de una década como voluntario de la agrupación, y que ha prometido una gestión continuista.