Otra de las cuestiones en las que está trabajando la Mancomunidade de O Salnés es en acabar con los constantes vertidos industriales a la red de alcantarillado. El objetivo, explicaba ayer su presidente, Gonzalo Durán, es "conseguir que a las empresas que no depuran sus aguas antes de verter en la red no les salga más barato pagar la multa que tratar adecuadamente sus residuos".

Aunque está todavía pendiente del análisis jurídicos, la nueva normativa que se está redactando en el seno de la Mancomunidade y que cuenta con el beneplácito de su presidente es "sanciopnar con una multa de 600.000 euros a toda aquella empresa que no cumpla las normas. No podemos consentir que se nos colapse el sistema de alcantarillado y se contamine nuestro principal cauce fluvial, el mismo que nutre de agua a toda la comarca".

Otra de las medidas que se está barajando es sellar la conexión al alcantarillado a aquellas empresas que se demuestre que son reincidentes en los vertidos industriales a la red, ya que todas esas grasas y aceites pueden acabar provocando daños muy graves en el sistema de depuración de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Ribadumia, algo que Durán no está dispuesto a consentir, "porque nos supondría un gasto enorme".