El viento causó ayer importantes daños en la zona portuaria de O Grove, en O Corgo. Y eso que las rachas medidas hasta las ocho de la tarde en la estación meteorológica de A Lanzada apenas llegaban a los 60 kilómetros por hora. Aún así fue precisa la intervención de los equipos de emergencias, que tuvieron que retirar y asegurar chapas que amenazaban con caerse -y de hecho parece que alguna llegó a soltarse por completo- tanto en las casetas de usos pesqueros situadas tras la lonja como en el embarcadero de los catamaranes de pasaje.

Explican los voluntarios de Protección Civil de O Grove que en este último caso sufrieron desperfectos las marquesinas empleadas para el abrigo de los usuarios de los barcos de recreo que operan en O Corgo. Estos efectivos tuvieron que asegurar la estructura para evitar males mayores.

Acto seguido se desplazaron al entorno de la lonja, donde el peligro era evidente, pues había numerosas chapas de las paredes y la cubierta de las casetas de usos pesqueros que amenazaban con salir volando en cualquier momento.

Debido a la altura a la que se encontraban fue preciso pedir ayuda a Bombeiros do Salnés, pues disponen de una escalera de un tamaño considerablemente mayor.

Este operativo se prolongó hasta pasadas las nueve de la noche y se saldó sin que hubiera que lamentar heridos, según los voluntarios, aunque bien es cierto que "si no llegamos a sujetar las chapas podría ocurrir una desgracia", argumentan en este servicio.