Las aguas del Umia volvieron a teñirse de rojo este fin de semana a causa de un vertido industrial que, primero, fue arrojado a la red de alcantarillado de la Mancomunidade. Por este motivo, el ente supramunicipal ha decidido cortar de raíz con este tipo de actitudes de determinadas empresas y va a investigar hasta el final su procedencia, exponiéndose la firma responsable a ver como se le sella su conexión al alcantarillado, siempre y cuando, sea reincidente en este tipo de situaciones.

En el ente supramunicipal están cansados de que determinadas empresas opten por soltar sus aguas sin pretratamiento a la red de alcantarillado que da servicio a Ribadumia, Cambados y Vilanova, lo que provoca constantes averías en la misma, e incluso, puede llegar a colapsar las dos Estaciones Depuradoras de Augas Residuais (EDAR) de Tragove y Ribadumia. El primer paso que se va a dar, una vez que se localice al autor, será el de abrir un expediente sancionador, una decisión que se ha visto que no ofrece los resultados esperados, ya que a las empresas "les resulta incluso rentable pagar la multa", de ahí que se haya optado por medidas de presión mucho más contundentes, como la rescisión de la autorización de la conexión al alcantarillado, con el sellado de la misma en caso de ser reincidente, lo que obligaría a la empresa a "buscarse la vida" para eliminar las aguas residuales.

Desde el ente supramunicipal apuntaban ayer que "llevamos mucho tiempo tratando de acabar con estos problemas, dando todo tipo de facilidades para que las empresas puedan adaptar sus instalaciones y hacer un pretratamiento de las aguas antes de que acaben en la red, tal y como obliga la ley, pero nos encontramos con que algunas deciden ignorar estos requisitos, ya que estos vertidos no son esporádicos". De hecho, la aparición de este segundo vertido se debe a que el pozo de bombeo de Cabanelas, por causa de las lluvias y las inundaciones, se encuentra al máximo de su capacidad. En estas situaciones, el bombeo cuenta con un aliviadero que, en condiciones normales, tan solo arrojaría agua, pero al estar llena la red de aceites y grasas, "que son los que flotan, acaban siendo expulsados, registrándose estos vertidos".

La propuesta de la Mancomunidade cuenta ya con el visto bueno de los tres alcaldes de Vilanova, Cambados y Ribadumia, los tres por los que pasa la red de alcantarillado afectada.

También los vecinos de la zona están cansados de que, con demasiada asiduidad, se vuelvan a repetir estos vertidos. Hasta el lugar se desplazaron efectivos de los bomberos en el día de ayer y varios vecinos barajan la posibilidad de denunciar a la empresa que gestiona la red de alcantarillado, Espina y Delfín, por no poner freno a un problema grave en el corazón de la comarca de O Salnés.