Los directivos de la comunidad de montes de Cea han expresado su sorpresa y malestar al conocer, a través de FARO DE VIGO que el proyecto de una planta de reciclaje y valorización de conchas marinas en el alto de O Pousadoiro ha superado el informe de impacto ambiental de la Xunta de Galicia, sin que nadie se haya puesto en contacto con ellos. Se da la circunstancia de que el camino al que dan las fincas donde se quiere ubicar esta actividad industrial es de propiedad comunal, según expresan los vecinos. Sin embargo, en la documentación aparece como de titularidad municipal.

El presidente de los comuneros, Julián Abuín, señaló que con los titulares de una de las fincas en las que supuestamente se instalará la actividad de la planta de reciclaje de conchas procedentes de las fábricas conserveras, la comunidad de montes ya tuvo problemas. Los comuneros se vieron obligados a reclamar porque, explican, "el propietario de dicho terreno estuvo cortando árboles y taló parte de los que correspondían a un monte comunal".

En cuanto al camino asfaltado que pasa por delante de las fincas, el directivo de la comunidad de montes de Cea, y presidente de la asociación de vecinos de Castroagudín, manifestó que el vial se construyó por decisión de los comuneros en un área de su titularidad, con el fin de dar salida a los vecinos de la parroquia.

Abuín recordó que en una zona próxima había un camino que servía a los vecinos, pero éste fue anexionado al polígono industrial de O Pousadoiro a pesar de las protestas en el lugar, por lo que finalmente decidieron acometer otro vial de servicio.

"Es una pista forestal propiedad de los comuneros; no creemos que el Concello de Vilagarcía de Arousa la hiciese figurar como municipal porque no es el propietario de los terrenos en los que se abrió el paso Nos extraña que no nos hayan consultado nada cuando, en el caso de instalarse la actividad industrial tendrán que llevar los servicios, tales como los de electricidad y agua, por terrenos de la comunidad de montes", expuso el presidente.

Además, dado que las parcelas se encuentran en una zona forestal, deben cumplir lo estipulado por la Ley de Montes. En el caso de que se instale esta nave industrial, tendrá que estipularse un margen de protección de la explotación forestal, lo que perjudicaría el trabajo realizado en la zona por los comuneros. Estos señalan que en otras actividades como el caso de las líneas de alta tensión, la empresa eléctrica ha tenido que abonar a los comuneros la servidumbre de vuelo.

Temor a inundaciones

El directivo vecinal puntualiza que no es intención de los colectivos que preside oponerse sin más a la implantación de empresas que crean puestos de trabajo, pero considera que se deben tomar las medidas necesarias para evitar que la actividad industrial perjudique la explotación del monte comunal y, sobre todo, que no afecte a la vida de los vecinos de la zona.

Recuerda que la construcción del polígono empresarial de O Pousadoiro, entre otras consecuencias, causó problemas a los habitantes de Castroagudín porque el agua del alcantarillado de esta zona industrial va a parar a un regato que llega a la aldea. En épocas de fuertes lluvias, es tanta el agua que llega al regato desde el polígono, que colmata su cauce, provocando inundaciones en fincas y también en viviendas.

Esta situación fue denunciada por los vecinos de Castroagudín a Augas de Galicia, solicitando que ordene la adopción de las medidas correctoras necesarias para evitar nuevas inundaciones, pero hasta ahora no han tenido respuesta, y lo que es peor, tampoco se ha llevado a cabo ninguna actuación correctora. De este modo, los vecinos continúan a merced de la crecida del regato cada vez que llueve un poco fuerte.

La situación también se puso en conocimiento del Concello de Vilagarcía hace unos años, y la respuesta recibida fue igual que la de Augas de Galicia. Los vecinos temen que una nueva actividad industrial en la zona agudice el problema ya existente.