Manuela Carmena Castrillo (Madrid, 9 de febrero de 1944), jurista, juez emérita y alcaldesa de la capital de España desde el 13 de junio de 2015. Ella fue la gran protagonista de la despedida del Entroido en Vilanova, ya que suyo era el rostro y el cuerpo que en esta edición dieron vida al Momo.

El entrañable personaje del carnaval vilanovés volvía a mantener su identidad en secreto hasta el mismísimo momento de iniciar el de nuevo multitudinario paseíllo por las calles vilanovesas.

Muchos creían que el personaje iba a estar relacionado con la Lei de Acuicultura de Galicia o con algún conocido político de ámbito nacional de esos que están inmersos desde hace semanas en plena negociación para formar el Gobierno de la nación. Pero finalmente la elegida fue la citada Manuela Carmena, que de este modo pasaba a reinar, aunque solo fuera por una tarde, en un municipio tradicionalmente conservador.

Carmena tomó así el relevo de otros conocidos personajes que vistieron al Momo de Vilanova a lo largo de la historia, como Bárcenas, Urdangarín, Carod Rovira, Pedro Solbes, Silvio Berlusconi o el mismísimo Hugo Chávez. Y queda claro que al Momo le van los políticos, como se demostró el año pasado cuando se paseó como cara y despedida del carnaval al número 3 de Podemos, Monedero.

En este especial seguimiento de la actualidad política puede deducirse también que el Momo siente especial devoción por las alcaldesas de la capital de España, ya que Carmena ocupó ayer la misma posición de privilegio que en su momento tuvo la alcaldesa popular Ana Botella, cuando saltó a la palestra por su intervención en representación de Madrid y España para defender la candidatura de los Juegos Olímpicos de 2020 y se sacó de la manga un particular dominio del inglés con la ya célebre frase del "relaxin cup of café con leche in Plaza Mayor".

Parecidos razonables al margen, hay que decir que la soleada tarde de domingo, con mucho menos frío del que se esperaba, hizo que Vilanova se llenara hasta la bandera para disfrutar del Momo y la gran cantidad de carrozas y vecinos, disfrazados o no, que quisieron acompañarlo.