El informe técnico elaborado por el Club Náutico Isla de La Toja (CNIT) para contestar a las alegaciones presentadas a su proyecto de reforma del puerto deportivo de A Toxa deja claro que no se trata de una ampliación y que la acción prevista nada tiene que ver con aquella otra que tanta reacción social provocó en el año 2000 y defendía la Inmobiliaria La Toja S.A., perteneciente al Banco Pastor.
Lo cierto es que los datos técnicos hablan por sí solos, ya que la propuesta ahora planteada incluye 399 plazas menos y una ocupación inferior, de 63.599 metros cuadrados menos.
Hay que recordar que aquel viejo proyecto hacía referencia a un macropuerto deportivo con capacidad para 453 plazas de amarre que se elaboraría mediante diques de bloque de hormigón cerrando la instalación portuaria en un tramo de 600 metros lineales.
Incluso se hacía preciso "un gran relleno portuario", así como un dragado y la instalación de una estación de suministro de combustible, todo ello ocupando una superficie total de 75.000 metros cuadrados.
Muy por el contrario, lo que se plantea en estos momentos desde el CNIT es un puerto deportivo con 54 plazas -ya están todas reservadas-, a pesar de que la concesión existente en Portos de Galicia permitiría hasta 60, entre pantalanes, fingers y muertos.
Asimismo, los pantalanes ahora previstos son cien por ciento flotantes, no se plantea la necesidad de dragado alguno, tampoco es preciso realizar rellenos y la superficie de ocupación final es de 11.401 metros cuadrados, es decir, que se reduce casi un 85% respecto a lo previsto en el proyecto rechazado por la sociedad meca en el año 2000.
Otra de las ventajas que conlleva el nuevo puerto es que podrá eliminarse el actual sistema de muertos y guías para el amarre de embarcaciones, el cual "produce una constante erosión del fondo y de la lámina de agua".
