A la parroquia de Sisán, en Ribadumia, aún no le salen las cuentas. La demolición del viejo campanario y la construcción de uno nuevo le cuesta unos 50.000 euros -incluyendo la colocación del pararrayos-, pero en estos momentos solo disponen de unos 40.000. "Vamos poco a poco, y además el alcalde nos ha dicho que el Ayuntamiento intentará colaborar", explica el religioso que atiende esta parroquia, el salesiano Manuel Cachaldora.

La obra de construcción del nuevo campanario está muy avanzada, y de hecho la empresa incluso ha instalado ya las campanas en la nueva torre.

En lo que respecta a la recogida de fondos, la aportación más grande con que cuenta la parroquia es de la Diputación de Pontevedra, que le ha concedido una subvención de 25.000 euros, lo que supone la mitad del total. Pero dado que la transferencia aún no está hecha, y la empresa necesita ir cobrando algo para costear la adquisición del material, la parroquia ha pedido un préstamo por el mismo importe de 25.000 euros, que se devolverá en cuanto ingresen el dinero de la administración provincial.

En cualquier caso, eso supondrá una pequeña merma económica, al tener que abonar unos intereses y la comisión de cancelación.

Asimismo, se hizo una cuestación económica por la parroquia, estableciendo una cuota única de 50 euros por casa. De ese modo, se reunieron prácticamente 10.000 euros. "Es una asignación voluntaria, y hasta hubo gente que a pesar de no ir mucho a la iglesia ha dado dinero, y eso nos anima, porque demuestra que los vecinos saben que el arreglo del campanario es algo que no es solo de la parroquia, que es de todo el pueblo", explica el religioso.

Según Cachaldora, incluso hay casos de vecinos que han vuelto a dar dinero tras pagar la cuota familiar que ya les correspondía.

Finalmente, la Diócesis de Santiago también ha confirmado una ayuda de 4.000 euros para esta obra. Así las cosas, entre la Diputación, la cuestación de los vecinos y la Diócesis, se han reunido en torno a 40.000 euros.

En cuanto a la posibilidad de que el Ayuntamiento eche una mano, Manuel Cachaldora confía en que ésta se materialice finalmente, aunque es consciente de que se trata de una decisión que han de tomar los tres socios del Ejecutivo.

Hace apenas una semana, el alcalde, David Castro, manifestó que se convocaría una reunión con los vecinos de Sisán para abordar el asunto, en lo que parecía un reconocimiento implícito de que se colaborará con la actuación. Días después, el PP de Ribadumia emitió un comunicado de prensa instando al Ayuntamiento a colaborar, al tratarse la iglesia de un elemento del patrimonio histórico-artístico local.