A medida que pasan los días siguen conociéndose aún daños que el tornado de hace una semana ocasionó en las localidades meañesas de Xil y Dena, las parroquias más afectadas por el fortísimo remolino que hizo volar tejados y otras estructuras en edificios.

Esta misma semana se conocieron los que causó en una viña que un viticultor meañés tiene enclavada en la zona próxima al barrio de Valdamor en Xil, barrio también afectado por la espiral de viento en aquella jornada. En este caso, el tornado derribó un eucalipto de grandes dimensiones, cuyo peso se estima ronda las 10 toneladas, árbol que desde un monte adyacente se precipitó sobre la viña que ocasionando daños notables en varias parras que este vecino de Xil cuidaba desde hace años.

En total fueron cinco las parras de viña afectadas de una plantación de 10.000 metros cuadrados que este meañés posee en la zona. Él mismo fue quien se encontró con los desperfectos cuando a mediados de esta semana acudía a la finca para proceder a la quema de vides y se encontró con una auténtica catástrofe.

"Me rompió varios tubos metálicos que sostenían el alambrado, dos dobles T, varios postes, unos de granito y otros de hormigón, un estribo, incluso una columna que enterró 80 centímetros", comenta el afectado.

"Además -continúa- rompió varias cepas y dejó muchas labores sesgadas, toda vez que ya había realizado en la viña todas las labores de poda, y dañó y dejó destensado el alambre de cinco de las parras", añade este viticultor.

Y es que también en la zona de monte en Xil el tornado pudo con algunos árboles. De ellos este fue sin duda el que trajo consigo daños mayores al precipitarse sobre el viñedo en cuestión. Solo la amplia superficie de alambres amortiguó el impacto e impidió que el eucalipto cayera por completo al suelo pero a costa de causar cuantiosos daños en la viña.

Ahora permanece a la espera de que el dueño del monte proceda al corte y retirada del árbol para iniciar la reconstrucción de un viñedo que el viticultor estima puede costar varios miles de euros, si bien no ha podido cuantificar de forma detallada, dado que está a expensas de recibir el presupuesto que ha encargado al efecto.

Mientras, todavía permanecen en el suelo de las cunetas próximas a Valdamor y a la entrada en el centro varias señales arrancadas por el viento. Además la lluvia intensa durante la semana impidió acometer las obras de reposición del tejado en la vivienda más afectada que sigue cubierta por lonas, pues sus propietarios necesitan cubrirse de las inclemencias del tiempo.

Los daños más cuantiosos en esta ocasión han sido los que se produjeron en el colegio y en el pabellón deportivo de Coirón.

En el caso del centro educativo ya han comenzado a retirar las tejas que han quedado sueltas en la cubierta para proceder más adelante a la sustitución total del tejado que destruyó el tornado.