El empresario de Mariscos Gilmar, Antonio Gil, expresó ayer públicamente su malestar por el estado de abandono en que la empresa telefónica ha dejado una de sus instalaciones en el polígono industrial de Tremoedo, en Vilanova de Arousa. Desde hace nueve días, tanto el empresario como el Concello, a través de la Policía Local, han reclamado a la empresa de telefonía la retirada del poste derribado para que sea reemplazado por otro, pero sus reclamaciones aún no han sido atendidas.

Según señaló el empresario, el viejo poste de madera, cuya base estaba deteriorada, cayó hace nueve días como consecuencia del temporal. Este pilar sostenía unos cables de telefonía del otro lado de la carretera, pero como el cableado se cruzaba, decidieron dejarlo todo tirado sobre la acera de la empresa Gilmar. Desde entonces fueron varias las reclamaciones formuladas, sin que hasta ahora se adoptase una solución.