Javier Martínez Porto, un vecino de Zamar (Rubiáns, Vilagarcía) de 71 años conocido en su entorno como "Vero", se encuentra hospitalizado en el Hospital Provincial de Santiago pendiente de una intervención quirúrgica con motivo del atraco que sufrió en su casa por parte de un encapuchado a plena luz del día. El ladrón portaba un cuchillo de cocina y cuando, en medio de un forcejeo, el septuagenario se lo arrebató de las manos, se seccionó los tendones de dos dedos, cuyo corte provocó un río de sangre. Javier Martínez se repone del susto y a partir de ahora se propone ser más cauto a la hora de abrir la puerta. El día del asalto, el miércoles, se había quedado en casa sin salir a dar su paseo matinal porque llovía.

-¿Cómo ocurrió todo?

-Timbraron a la puerta. Eran las nueve menos diez de la mañana, ya de día. Yo estaba desayunando en la cocina que tengo en la parte de atrás de casa. Pensé que sería mi nieta, a la que pago por limpiarme la casa porque vivo solo. Cuando abrí la puerta vi a una persona encapuchada que me ordenó que me metiera dentro. Llevaba guantes y un cuchillo de cocina, que después comprobé que estaba bien afilado. Entró y me dijo: "Esto es un atraco". Yo le hice frente, lo dominé, y empezamos a forcejear. Logré quitarle el cuchillo, pero por el filo, me resbaló un poco y por eso me corté.

- ¿No intentó agredirlo?

-No, porque tenía yo el cuchillo. De lo contrario no sé qué pasaría.

-¿Era corpulento el asaltante?

-No, yo soy bajo y tengo poco cuerpo, y sería de mi estatura. Tenía una voz suave, como si fuese una mujer o un chico joven, de poco más de 20 años, pero no logré reconocerlo.

-¿Le sustrajo algo de la vivienda?

-Después de quitarle el cuchillo, yo le decía que me dejase tranquilo, que le daba dinero. Saqué 15 de euros de la cartera, pero me decía que eso era poco, y entonces le di 50 más. Aceptó los 65 euros y se marchó corriendo.

-¿Dónde sucedieron los hechos? ¿Fue muy rápido?

-Sí, fue todo muy rápido, y estuvimos en un saloncito dentro de la casa.

-¿Alertó usted a algún vecino para pedir auxilio?

-La verdad es que no llamé por nadie porque estaba solo en casa, aunque pude disimular que no lo estaba, pero en el momento no lo pensé.

-¿Tiene miedo de volver a casa?

-No. Eso sí, tendré que tener más cuidado a la hora de abrir la puerta. Buscaré una cadena o miraré por la ventana de arriba cuando me timbren. Hasta ahora siempre abrí sin problema, pero esta vez no me salió bien.

-No dudó a la hora de abalanzarse sobre el asaltante. Le echó valor.

-Noté que yo tenía tanta fuerza como él, aunque yo tenga 71 años y él 20 y pico. Dentro de lo malo aún me salió bien la cosa. Si me llega a clavar el cuchillo, a ver. Menos mal que conseguí sacárselo a tiempo. Fue en ese momento cuando lo agarré por el filo, me resbaló un poco y me cortó.

-Cuando el ladrón huyó, ¿a quién avisó?

-Llamé a un vecino. Después llegó la Policía y también una ambulancia que me llevó al Hospital do Salnés. Allí me limpiaron la sangre, porque sangré mucho, y después me derivaron al Hospital Clínico de Santiago, donde estuve en Urgencias. Hoy por la tarde [por ayer] me trasladaron al Provincial de Conxo y estoy aquí ingresado en una habitación pendiente de que me operen mañana -por hoy-. Cuando salga de aquí tengo que ir a denunciar el robo.