San Blas es uno de los santos con mayor devoción en la comarca de O Salnés, ya que cuenta con celebraciones en su honor en varios municipios, como Cambados, Valga, Meis o Meaño. Una de las celebraciones más importantes es la de Cambados, donde cientos de fieles acuden a la pequeña capilla dedicada al santo y que se encuentra en la rúa Hospital, donde ayer se celebraron tres oficios religiosos a cargo del párroco José Aldao.
Este se mostraba ayer orgulloso de la afluencia de devotos a las tres misas que celebró en honor al patrono de los enfermos de garganta, afección que sufren varias de las personas que ayer se acercaron a la pequeña capilla de la rúa Hospital.
El evento más multitudinario tuvo lugar coincidiendo con la celebración de la misa de las 11,00 horas, a cuyo término, se repartieron panes bendecidos entre todos los asistentes. La responsabilidad del reparto correspondió a un grupo de voluntarias que organizó todo de forma correcta para que todos los devotos pudiesen conseguir un pan para degustar, y con el que se rinde culto al santo, que vivió en Armenia en el siglo IV y murió torturado y ejecutado en la época del emperador romano Licinio, durante las persecuciones a los cristianos que tuvieron lugar a lo largo de ese mismo siglo.
Tampoco faltaron a las puertas de la capilla las tradicionales vendedoras de rosquillas, complemento utilizado en más de un lugar para sustituir a los panes como elemento de homenaje a San Blas. Cambados ya celebró el pasado martes misas y procesiones en honor a la festividad de la Candelaria.