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La oficina de rehabilitación reivindica un "cambio de modelo" en políticas de vivienda

El Plan Estratégico para las ARI de Vilagarcía apuesta por buscar "el equilibrio" entre la expansión promotora de la 'burbuja' y la falta de conservación de los edificios construidos

La calle Santiago, en el casco histórico de Carril, alberga viviendas en estado ruinoso. // Iñaki Abella

El Plan Estratégico Municipal para las Áreas de Rehabilitación Integradas (ARI) de Vilagarcía pone de manifiesto la necesidad de reorientar las políticas en materia de vivienda, es decir, "en un cambio de modelo en el que se busque el equilibrio entre la expansión promotora de los últimos años y el insuficiente mantenimiento y conservación del parque inmobiliario construido", para adaptarse así al plan estatal 2013-2016 para el fomento del alquiler de viviendas, la rehabilitación edificatoria y la regeneración y renovación urbanas.

El exhaustivo documento elaborado por los técnicos de la Oficina Municipal de Rehabilitación plasma el generalizado mal estado de los tres cascos históricos del municipio (Casco Vello, Carril y Vilaxoán), pues la inmensa mayoría de sus viviendas requieren de una intervención de mayor o menor calado. Setenta y ocho de ellas se encuentran en estado ruinoso, por lo que necesitan una rehabilitación integral.

Como objetivos de la rehabilitación edificatoria que propone la oficina dirigida por Javier Montero figuran el fomento de la ocupación de las viviendas vacías, en desuso, mal conservadas o en ruinas de los tres núcleos estudiados, reconvertir el tejido empresarial hasta ahora dedicado a la vivienda nueva en "técnicas y sistemas más idóneas en la rehabilitación de viviendas usadas", favorecer el ahorro y la eficiencia energética de los edificios mediante innovadores sistemas de aislamiento térmico, el consumo racional del agua o el uso de energías sostenibles.

El plan municipal también aboga por la eliminación de las barreras arquitectónicas, adaptando las viviendas para personas mayores, con discapacidad o con movilidad reducida, así como "favorecer el establecimiento" de la Inspección Técnica de Edificios (ITE) en la que está trabajando la Concejalía de Urbanismo para ponerla en marcha este año. En cuanto a los residuos, los técnicos de la oficina del ARI proponen una "gestión adecuada".

Por último, el documento no se olvida de la recuperación de los inmuebles con valores históricos, artísticos o culturales "como parte del nuevo proyecto de ciudad, integrando la tradición constructiva adaptada al entorno con las nuevas tecnologías compatibles con el patrimonio".

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