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La guardería del hospital cierra tras once años de actividad y sin notificación escrita a las familias

Advierten de los "problemas de adaptación" de los niños en otros centros a mitad de curso

Una madre y una alumna de la guardería del Hospital, ayer tras el último día de actividad. // Noé Parga

La guardería del Hospital do Salnés cierra sus puertas por problemas económicos tras once años en funcionamiento -desde enero de 2005-. La última notificación a las familias por parte del Sergas y de la empresa que gestiona el servicio se produjo en una reunión celebrada hace un mes y medio, cuando se fijó el 31 de enero como fecha de cierre. Ese día coincide en domingo, por lo que ayer viernes fue el último día de actividad en la escuela infantil.

Desde esa comunicación oral, los padres no han vuelto a saber nada de Cativos ni tampoco de la administración sanitaria. De hecho una madre se queja de que ni siquiera se ha colgado un cartel en las instalaciones informando del cese de actividad. "No sabemos si nos van a devolver el dinero de la matrícula y del material que pagamos. En total son 120 euros", apunta Raquel Gómez, quien no oculta "la pena" que le da que cierre la guardería.

Al igual que otros padres, ya ha buscado otra escuela infantil de 0 a 3 años en la que reubicar a su hija de 2 años y medio a mitad de curso. Aunque en su caso no tuvo complicaciones para encontrar plaza, "me tengo que desplazar y por tanto me sale más caro", relata esta madre residente en Rubiáns.

Los padres creen que la limitación horaria de la guardería del Hospital (de 8 a 15 horas) es la causa de la baja demanda registrada. Cuando se avisó del cierre, "de palabra" -recuerdan las familias-, en el mes de diciembre había 13 niños matriculados. Pero en enero ya solo quedaban 8, pues el resto fueron reubicados por sus padres en otras guarderías.

Este es el caso de Araceli Laya. Tiene dos hijos mellizos y pudo recolocarlos hace un mes en las dos últimas vacantes que quedaban en la guardería municipal de Vilagarcía. "Llevaban año y medio en la del Hospital y ahora tienen problemas de adaptación. Si estuvieran en la franja de 1-2 años en lugar de 2-3 no tendrían sitio", expresa esta madre, trabajadora del Hospital do Salnés.

Admite su "disgusto" por el cierre de las instalaciones, pero recuerda que "lo intentamos y no pudimos hacer nada.

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