Los gráficos elaborados por el Instituto Tecnológico para el Control del Medio Marino (Intecmar), dependiente de la Consellería do Mar, a modo de resumen de la incidencia de biotoxinas marinas durante el ejercicio 2015 dejan muy claro que las de Pontevedra y Vigo fueron las rías más castigadas de Galicia, y en consecuencia las más afectadas por el cierre de viveros flotantes de cultivo de mejillón.
Todo lo contrario de lo ocurrido en Arousa, la ría más productiva de la comunidad autónoma y la que dispone de más bateas fondeadas, con alrededor de 2.200 para un total de 3.300 en Galicia.
En este caso concreto los cierres de polígonos mejilloneros se concentraron prácticamente desde mediados de abril hasta finales de julio, lo cual permitió desarrollar con absoluta normalidad la campaña de industria -conserveras y cocederos-, de ahí que el producto disponible en los viveros se agotara antes de finalizar el año.
O Grove
Incluso en los polígonos de O Grove, tradicionalmente los más afectados de la ría por la popularmente conocida como marea roja, debido a que se sitúan en la parte exterior, pudieron disfrutar de un buen año, permaneciendo cerrados prácticamente en el mismo periodo que los demás, con el añadido de un par de semanas en octubre.
Sin embargo, los cierres fueron muy importantes desde abril hasta final de año en Pontevedra y Vigo, sobre todo en la primera de las rías, donde únicamente se salvó el mes de septiembre en los polígonos de Portonovo, pero poco más.
En la ría viguesa los cierres que comenzaron en abril siguieron casi ininterrumpidamente hasta terminar el año en los polígonos de Cangas, mientras que en los de Redondela las aperturas y cierres se alternaron entre abril y mediados de agosto.
En cuanto a la ría de Muros-Noia la inoperatividad de las bateas de mejillón debido a biotoxinas se hizo notar desde abril a septiembre. Algo parecido a lo que sucedió, aunque en menor medida, en los dos polígonos de la ría Ares-Betanzos.
Las prohibiciones de extracción también afectaron a Corme durante todo el año, mientras que en Baiona lo hicieron desde abril a finales de noviembre.
Infaunales
La lectura que puede hacerse respecto a los infaunales -las especies que viven enterradas en sustrato, como la almeja, berberecho o navaja- es muy similar, aunque con afecciones en diferentes periodos del año. Los bancos marisqueros más castigados por las biotoxinas se situaron también en Pontevedra y Vigo, en el primer caso afectados durante los seis primeros meses de 2015 y en la ría viguesa con especial significación de los cierres desde abril hasta octubre.
En Arousa las zonas productoras de infaunales estuvieron parcialmente cerradas en abril, mayo y junio, pero casi de manera testimonial.
Los cierres de este tipo de bancos también se hicieron notar desde abril a septiembre en Muros-Noia, Costa da Morte y las rías de Ferrol, Ares-Betanzos y A Coruña, en estos tres últimos casos registrando las primeras prohibiciones de extracción en febrero y marzo.
