Los plenos municipales de Vilagarcía y Cambados, celebrados en la tarde de ayer, volvieron a ser sendos baños de masas en contra de la Lei de Acuicultura. Docenas de mariscadores, marineros y bateeiros llenaron las dos salas de sesiones y aplaudieron con fuerza a las respectivas corporaciones municipales, que aprobaron por unanimidad la moción de la Plataforma en Defensa da Ría de Arousa (PDRA) en la que se exige la retirada definitiva de la ley.

A nivel político, una de las más aplaudida fue la portavoz del gobierno de Vilagarcía, la socialista Tania García, que tildó el anteproyecto de ley de "atentado" contra el sector perpetrado por el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo y la conselleira do Mar, Rosa Quintana, y llegó a instar a todos los asistentes a participar en la manifestación de Santiago, prevista inicialmente para finales de este mes.

Y es que el anuncio realizado por Feijóo en el Parlamento de que se paraliza la ley para iniciar un proceso de diálogo con el sector ni ha calmado los ánimos ni amainó la repulsa de los críticos. En los plenos anteriores, como los de Vilanova o A Illa, se había registrado un lleno absoluto de marineros, y había expectación de lo que sucedería ayer en Vilagarcía y Cambados, tras el anuncio de Feijóo.

El resultado fue otros dos abarrotes. En Vilagarcía, tomó la palabra en representación del sector el patrón mayor de Carril y presidente de los parquistas, José Luis Villanueva. Éste manifestó que la protesta "no va en contra de ningún partido", y que "la unión del sector no es una anexión política". Dijo también que el anteproyecto presentado por Mar era "un disparate sin precedentes en nuestra historia, que no se puede explicar si no subyace algo más por debajo".

En el turno de intervenciones, Gaspar Somoza, de Somos Maioría, manifestó que aprobar la polémica ley "sería firmar la sentencia de muerte del sector del mar". Xabier Ríos, del BNG, declaró a su vez que "los gobernantes del PP están empeñados en convertir Galicia en un país bananero y con derecho de pernada, condenando a la gente del mar a la miseria".

Acto seguido, Jesús López, de Esquerda Unida, planteó que el anuncio de Feijóo es solo "una paralización temporal", y que el gobierno gallego "quiere privatizar el mar".

Tomás Fole, del PP, dijo que "algo debía estar mal (en la ley) cuando está todo el sector unido", pero también alabó a la Xunta por haber dado el paso atrás.

Pero sería Tania García la triunfadora del debate, al llevarse la ovación más sonora. Dijo que "la Consellería do Mar quiere gente sumisa", y que la ley acabaría con las cofradías y provocaría la contaminación de las rías. En este sentido, también demandó el tantas veces prometido saneamiento integral de la ría de Arousa, "que está durmiendo el sueño de los justos en la Xunta". Cerró las intervenciones el alcalde, Alberto Varela, diciendo que "estoy convencido de que el aplazamiento no se quedará ahí".

Unas horas más tarde, la cita era el Concello de Cambados. En esta localidad había tanta gente en el salón de plenos, que alguna gente optó directamente por sentarse entre los concejales, justo a los pies de la mesa que preside la alcaldesa, Fátima Abal.

La moción de la PDRA la leyó el patrón mayor, Ruperto Costa, sentado al lado de la alcaldesa. Tras él hablaron la concejala de Mar, María José Cacabelos, y el portavoz del PP, Luis Aragunde. Éste, que aplaudió el discurso del patrón mayor, dijo que lo único importante era defender a los vecinos, y advirtió también de la pérdida de competencias municipales que supondría la ley. Cerró el debate el primer teniente de alcalde, Víctor Caamaño, que aseguró que la paralización no es una retirada, sino una simple estrategia por las elecciones.