La unanimidad y el diálogo en el último pleno de Vilanova de Arousa se quedó en la moción contra el anteproyecto de la Lei de Acuicultura. En el momento en el que el último bateeiro o mariscador que había acudido a la sesión abandonó la sala de plenos, el grupo de gobierno se convirtió en un frontón que rechazó, una por una, las cuatro mociones que presentaron las fuerzas de la oposición.
Significativa fue la posición del grupo de gobierno conservador, encabezado por Gonzalo Durán, ante dos propuestas socialistas: una serie de medidas a aplicar en el Concello para luchar contra la violencia de género y solicitar la declaración de Ben de Interese Cultural para varios elementos patrimoniales (campanario de Cálago, pazo Baión o petroglifo de Lobeira entre otros) que se encontraron con un rechazo rotundo sin ningún tipo de debate. La oposición frontal a estas propuestas sorprendió a la formación que encabeza Javier Dios Pomares, que en el turno de ruegos y preguntas interrogó al alcalde sobre esa actitud, llevándose como respuesta un contundente "mientras no se retomen las obras de O Esteiro por parte de la Diputación provincial se rechazarán todas las propuestas socialistas".
En ese momento, los cinco ediles socialistas decidieron abandonar el pleno como señal de protesta ante una actitud que califican como "poco democrática y que demuestra a las claras cual es la actitud de Durán". Sobre todo, si se tiene en cuenta que las mociones pretendían profundizar en la lucha contra una lacra como es la violencia de género y en impulsar acciones que permitan revalorizar y recuperar varios elementos patrimoniales que existen en el municipio.
Bien es cierto que la situación no llegó a ser tan esperpéntica como en la anterior sesión plenaria, donde ambas fuerzas se enzarzaron en una diatriba de acusaciones, incluso personales, durante la moción de reprobación al edil y diputado provincial socialista, Javier Dios Pomares.
Aunque con ella sí hubo diálogo, la edil de Gañemos Vilanova, Elena Cores, no tuvo mejor suerte que sus homólogos socialistas en las dos iniciativas que presentó en el pleno. La primera solicitaba un posicionamiento contrario a la TTIP, un tratado de libre comercio entre Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea que beneficia la implantación de las multinacionales en esas áreas económicas. Cores lo vinculó a una "Lei de Acuicultura a gran escala que va a afectar a muchos más sectores". Sin embargo, el grupo de gobierno la rechazó al entender que el comercio debe estar liberalizado y que este tipo de leyes pueden resultar beneficiosas para las empresas de la comarca que "quieren introducir productos como el albariño en el mercado americano". El PSOE se abstuvo pues, si bien reconoce que existen dudas sobre la afectación que puede sufrir el medio ambiente y diferentes sectores, confía en que el Parlamento Europeo encuentre un marco reglamentario correcto.
La segunda negativa se la llevó Cores en su propuesta de solicitar a la Xunta que no designe profesores de secundaria para ocupar puestos de formadores en los conservatorios de música, lo que puede afectar a la enseñanza reglada que se imparte en estos centros. El edil conservador Manuel Sineiro explicó que esos profesores que van a ocupar esas plazas "están perfectamente formados en su especialidad para impartir esas clases".
