Los detractores de la Lei de Acuicultura de Galicia piden "un último esfuerzo" para conseguir su objetivo, que no es otro que lograr la retirada del anteproyecto presentado por la Consellería do Mar.

Las cofradías y agrupaciones de bateeiros que lideran este movimiento, junto con la Plataforma en Defensa da Ría de Arousa (PDRA), están convencidos de que, gracias a la presión social ejercida hasta ahora están "en un buen rumbo", pero para llegar al puerto que desean y garantizarse la retirada del articulado consideran preciso que la presión no decaiga, sobre todo en los pueblos costeros y allí donde todavía quedan por celebrar los plenos en los que se aborda este asunto.

Después de que las corporaciones de municipios como A Illa, Vilanova, O Grove y Sanxenxo rechazaran ya la ley propuesta por la Consellería do Mar, ahora quedan por delante singladuras como las de Vilagarcía, Boiro, A Pobra do Caramiñal, Rianxo y Cambados, todas ellas mañana.

Son plenos para los que se pide una afluencia de público tan masiva como la registrada en los ya celebrados, y para ello las cofradías y bateeiros tratan de movilizar "a las gentes del mar", y eso incluye a los trabajadores y a sus familiares.

Aunque en honor a la verdad también hay que dejar claro que no todos los mariscadores y organizaciones bateeiras están de acuerdo con esta campaña. Muchos creen que la ley propuesta puede resultar positiva para los intereses de las rías gallegas, creen en la Consellería do Mar cuando les dice que el paso del actual modelo marisquero a acuicultura es voluntario y rechazan lo que consideran una "politización" del debate sobre la ley.

En lo que sí coinciden unos y otros es en que se hace necesario seguir explicando detalladamente el anteproyecto, e incluso en que la Consellería do Mar falló estrepitosamente en el modo de comunicar su plan, tanto al sector como a su propio partido y a la sociedad en general.

Interpretaciones al margen, hay que recordar que los detractores de la ley propuesta insisten, aunque la Administración autonómica lo niegue por activa y por pasiva, en que "favorece la introducción de multinacionales en las rías y constituye una amenaza para el medio ambiente".

De todo ello sigue informándose en las asambleas informativas que se llevan a cabo a lo largo y ancho de la costa de las Rías Baixas desde hace semanas; y que seguirán desarrollándose mientras no se frene la propuesta legislativa.