La comunidad de montes de Rubiáns (Vilagarcía) promueve uno de los primeros cementerios civiles de Galicia. Los comuneros acordaron en su última asamblea -celebrada el pasado mes de diciembre- retomar el proyecto de ampliación del camposanto parroquial, que llevaba tiempo bloqueado al toparse con la posición "inflexible" de la Iglesia. Pero un cambio en la legislación permite ahora a los vecinos construir y ser titulares de un nuevo cementerio, que nada tendrá que ver con la institución eclesiástica aunque se ubique en una parcela adyacente al religioso. Se trata de un terreno de 1.800 metros cuadrados que los comuneros adquirieron en su día por 75.000 euros (más 9.000 en gastos de notaría y 4.000 por la elaboración de un informe geotécnico).
El presidente del colectivo, Xurxo Abuín, asegura que las previsiones que manejan pasan por empezar las obras del cementerio civil este mismo año. Y es que la situación aprieta porque el actual camposanto parroquial está al completo, sin nichos a la venta, y los vecinos de Rubiáns que mueren se están enterrando en otros cercanos, como el de Cea, sobre todo cuando algún familiar del fallecido es oriundo de ese lugar. En cuanto al municipal de Vilagarcía, ubicado en la recta de Rubiáns, "sí hay sitio pero a la gente no le gusta demasiado tener a sus difuntos en distintos cementerios", precisa Abuín.
Desde el acuerdo de la asamblea de desbloquear el proyecto ya se han dado algunos pasos. "Estamos a la espera de que la empresa que contratamos modifique el informe geotécnico inicial para adaptarlo a la nueva ley. Una vez terminado ese trabajo, entregaremos el documento en el Concello para solicitar la licencia", explica el presidente.
La directiva de la comunidad ya se reunió con el alcalde, Alberto Varela, para solicitar la colaboración del Concello. El encuentro fue satisfactorio para los vecinos, pues "hay perspectivas de llegar a acuerdos con el Ayuntamiento para que se implique mediante un convenio u otra fórmula". "Se trata de que nos ayude con los accesos, la instalación de agua, alcantarillado, luz, etc.", desgrana Xurxo Abuín.
La intención de los comuneros es elaborar un reglamento de uso del nuevo camposanto y permitir que sea utilizado por cualquier ciudadano de Vilagarcía, es decir, no solo de Rubiáns.
Hace unos años los promotores de la iniciativa sondearon entre el vecindario el interés en la dotación de una nueva necrópolis y el listado alcanzó las 60 personas. La idea es iniciar una primera fase de las obras con la construcción de 50 panteones.
Pese al carácter civil del camposanto proyectado, Abuín advierte de que "nadie se imagine un cementerio sin cruces porque va a tener capilla".
