Estos días la comunidad de montes de Rubiáns está volcada en la limpieza y marcaje de la zona oeste del monte de Perrón, es decir, su parte más próxima a A Laxe. El año pasado se procedió a la tala de esa superficie (mayormente ocupada por pinos) pero "no nos dio tiempo a repoblar porque ya nos encontrábamos en verano", explica el presidente de los comuneros, Xurxo Abuín. Por tanto, ahora que llegó el invierno, la entidad ha contratado a tres personas para limpiar unas dos hectáreas de monte vecinal, una plantilla que se suma a los dos empleados que ya trabajan para la comunidad todo el año. Tras la limpieza y marcaje, se plantarán los árboles.
Rubiáns se estrenó hace meses en el negocio de la madera, y aunque empezó con cifras modestas, no le ha ido mal. "Parece que hay un repunte de ventas esta temporada, supongo que por el mal tiempo", intuye Abuín.
Los comuneros recurren a internet para poner anuncios de venta de leña y así poder abarcar un mercado más amplio. Son ellos mismos los que realizan el transporte de la madera hasta los domicilios de los clientes.
En cuanto a los problemas de lindes que la comunidad de Rubiáns mantiene con la de Cornazo, la asamblea aprobó iniciar acciones legales contra la entidad vecina, por lo que la preparación de la demanda judicial ya está en marcha. Con más cautela está actuando la directiva contra los particulares de Rubiáns con los que mantiene conflictos de lindes. "La Xunta tenía que haber deslindado el monte vecinal del particular, pero eso lleva mucho trabajo y tiempo, y además es muy costoso", opina Xurxo Abuín.
