--Una pieza clave en su reto es la ayuda de sus más fieles colaboradores.
-Por supuesto, queda claro con lo del Lúatlon popular, que sin apoyos es difícil hacer algo. Y para este nuevo reto, tengo que agradecer una vez más el apoyo imprescindible de Inaer, AC Hoteles por acogernos en sus hoteles, Celtamotor BMW por el coche para la ruta, Nutrisport, Adidas por equiparnos y como novedad este año, Merida Bikes que nos cedió hace un mes una de sus bicicletas y equipaciones para la ruta. Y evidentemente a los dos puntales que vienen conmigo facilitándome todo lo necesario durante la ruta, el "multiusos" Félix Méndez para fotos, videos, redes sociales, mecánico, chófer? Y al quiromasajista que me cuida para estar en plena forma en cada etapa, Manu Casal, un profesional. Sin vosotros sería imposible. Muchísimas gracias a todos.
--Seguro que después de dos años de haberse recorrido cientos de kilómetros, tendrá anécdotas o momentos que le hayan marcado especialmente.
-Curiosidades y momentos divertidos también hubo sí. Los avituallamientos enxebre para mí fueron muy buenos, iba en bici hacia Lugo y paramos debajo de un puente para cambiarme que estaba empapado, ahí Félix me sorprendió con una tapa de pulpo como recuperador antes de continuar la etapa. Luego en otra llegando a A Coruña en bici y también lloviendo, Félix puso el coche a mi altura y me enseñó un tupper con un cocido calentito, pero que no podía tocarlo hasta llegar, y ya en la Torre de Hércules me lo pude zampar enterito. En otra etapa de lluvia, esta llegando a A Cañiza, Félix después de pegar carteles no me encontraba en la ruta porque ya estaba llegando, así que empapado otra vez, tuve que esperarlo en un bar, donde me encendieron una estufa y me cambié. Cuando me encontró Félix ya había caído un súper bocata de jamón asado.
--¿Y en sus visitas a clubes de élite también hubo curiosidades?
-En una de las visitas que hicimos a un equipo de los que nos apoya, cuando llegamos estaban entrenando y los esperamos en la grada, Félix, Txumari y yo con la ropa del Lúatlon. Entonces uno del cuerpo técnico se acercó a nosotros para echarnos porque creían que éramos del equipo rival, ya que era un entrenamiento a puerta cerrada, cuando llegó a nosotros ya nos reconoció y no hubo problema por suerte.
