Miguel Alves atesora amplia experiencia en la lucha sindical y ahora se estrena en política al sustituir a Juan Fajardo en el grupo municipal de Esquerda Unida del Concello de Vilagarcía. Ve "muy difícil" que tome posesión de su acta de concejal este mes, por lo que previsiblemente EU contará solo con dos ediles para el pleno del Presupuesto de 2016, cuya fecha de celebración más probable es el 28 de enero, en sesión ordinaria.
-Sustituirá el escaño de uno de los concejales más veteranos de la corporación. ¿Asusta?
-No me asusta porque llevo muchos años en la lucha. No estoy a la altura de Fajardo por la experiencia, pero trabajaré para defender la clase obrera y los intereses de los vilagarcianos, y no llegar a acuerdos de dinero por dinero como hicieron PSOE y PP. Hay muchas familias que no tienen ni para comer, y solucionar esta situación es lo principal, es lo que me lleva a saltar a la primera línea política. Hoy son ellos y mañana podemos ser cualquiera de nosotros.
-Usted fue de número 9 en la lista de EU en las municipales de mayo y ha escalado cinco puestos para convertirse en edil. ¿Cómo valora este salto?
-De forma positiva. Fui elegido de forma democrática en asamblea, y también será la asamblea la que dictamine y concrete la organización del grupo municipal, es decir, de qué tareas me voy a encargar.
-¿Cuáles son las principales necesidades de Vilagarcía?
-El paro. Falta industria y el empleo es precario. No veo ningún signo de recuperación económica. Mi percepción es que la gente cada vez lo está pasando peor, porque aun teniendo trabajo no llegas a fin de mes.
-Con el acta de concejal se estrena en política municipal. ¿Cómo valora la clase política actual? ¿Entiende el desencanto ciudadano?
-Las políticas no están a la altura de la gente. Aquí [por Vilagarcía] lo primero que hicieron [en alusión al pacto entre PP y PSOE] fue repartirse el pastel sin contar con el pueblo, y primero son las personas y después los acuerdos políticos. Yo creo que en este municipio las personas no son la prioridad. Nos masacran a impuestos. Tanto este gobierno como el anterior priorizaron el cemento, el asfalto, las obras, y no las personas.
