--Lo que nadie le quita es sus ganas de ayudar a una causa tan humana como la lucha contra el cáncer.
-Sí, eso lo tengo clarísimo. Está claro que por Lú y por otros muchos afectados ya no se puede hacer nada, pero mientras, lo importante es atender a los enfermos, sus familiares y sobre todo apostar por la investigación de la solución a este problema, para que algún día casos como el de Lú no se vuelvan a repetir.
-O Grove-Barcelona. Ese es su reto. ¿Por qué este y no otro?
-Sí, primero fue la vuelta a Galicia y luego destino Madrid, la idea para 2016 era otra, pero como ahora las donaciones se harán mientras hago el recorrido, me animé a estirarlo con casi 500 kilómetros más que el año pasado, para intentar recaudar lo máximo para la AECC.
--A partir del martes, once etapas en bicicleta y corriendo. Casi hecho para superhéroes.
-Once etapas sí, 4 corriendo y 7 en bicicleta, tendremos una buena tiradita en cada etapa. Pero bueno, tampoco es de superhéroes sino yo no podría conseguirlo. Ten en cuenta que no compito contra nadie, lo que me interesa es llegar, a mi ritmo pero llegar bien y dar a conocer el Lúatlon. Lo único que hago es empezar a entrenar un par de meses antes para acostumbrar el cuerpo a lo que le espera y sobre todo me mentalizo que lo voy a completar, porque Lú me da la fuerza que yo no tenía para hacer algo así.
-A este paso se le va a quedar pequeña la península para próximas ediciones.
-(Risas) No tanto, creo antes se me quedarán pequeñas las piernas a mí. Algún día tendré que hacer salidas más cortas, pero después de las dos primeras, creo que podremos hacerlo. 11 etapas ya es una buena tirada y son suficientes, por ahí andará la cosa, además cada año me costará más y cada vez estaré para menos trotes.
