Un nuevo gimnasio en el CEIP de Rubiáns y acabar con las clases entre cubos de agua en el de A Lomba son dos viejas demandas de las comunidades educativas de ambos colegios. La concejala de Urbanismo de Vilagarcía, Paola María, y el edil de Obras, Lino Mouriño, visitaron ayer sendos centros para conocer de primera mano las deficiencias y estudiar con el responsable de arquitectura de la Consellería de Educación el modo de solucionarlas. Para agilizar las actuaciones, el Concello se ha involucrado de lleno en ellas, ya que se encargará de redactar el proyecto de la nueva aula de Educación Física de Rubiáns -pese a no constituir un trabajo de su competencia- y actuará "de urgencia en la cubierta" de A Lomba, si bien solo en el punto concreto donde se registran las filtraciones de agua, para que después la Xunta actúe sobre el resto del tejado.

Según explicaron ayer el alcalde, Alberto Varela, y la concejala de Urbanismo, Paola María, el Concello recibió un presupuesto de la Xunta para construir el nuevo gimnasio escolar de Rubiáns, obviando la dotación de aseos que demandaba la comunidad educativa. Desde la Consellería plantearon al Concello si podía elaborar el proyecto, y el ejecutivo socialista accedió para así poder acelerar la tramitación administrativa de la obra, que incluirá los baños, tal y como solicitan los padres y el propio colegio.

El gobierno vilagarciano ya ha consignado 100.000 euros en el Presupuesto de 2016 para cofinanciar el nuevo pabellón, aunque la aportación tendrá que ser superior, rondando los 130.000 euros, cifró la edil de Urbanismo. Aunque la cuantía concreta quedará definida una vez que esté elaborado el proyecto y se adjudiquen los trabajos, el acuerdo alcanzado entre Xunta y Ayuntamiento es que cada una de las dos administraciones sufrague el 50% de la obra. "No tenemos documentación sobre el saneamiento del centro para la construcción de los baños, y esta semana centraremos la cota de las instalaciones" , precisó Paola María.

El actual pabellón del gimnasio de Rubiáns fue construido por los propios padres hace años ante la falta de un espacio donde los alumnos realizasen Educación Física. Pronto comenzaron a surgir los problemas de filtraciones de agua, imposibilitando que en los días de lluvia los escolares utilicen las instalaciones.

Ante esta precaria situación, los progenitores solicitaron a las administraciones en incontables ocasiones la necesidad urgente de hacer obras -incluso acudiendo a plenos y con movilizaciones-, pero no fue hasta 2015 cuando la comunidad educativa logró un compromiso firme. La anterior promesa vino de la mano del entonces presidente de la Diputación, Rafael Louzán, durante una campaña electoral, pero el popular abandonó el cargo sin haber consignado una partida para llevar a cabo la actuación en el CEIP de Rubiáns.

Tras este fiasco, la Consellería de Educación y el Ayuntamiento de Vilagarcía -que ya realizó obras menores provisionales- acordaron pagar conjuntamente la obra. La previsión es licitar los trabajos en primavera y ejecutarlos en verano para que los alumnos estrenen las remozadas instalaciones al inicio del próximo curso.