Vilagarcía ya podrá disponer esta semana de su cuarto campo de fútbol de césped artificial. Las obras en la flamante instalación de Bamio ya están finalizadas a la espera de las últimas tareas de jardinería sobre el tapiz artificial.

De esta manera el campo de San Xinés se unirá a los ya existentes como son el Manuel Jiménez, O Berdón y Vilaxoán como superficie idónea para entrenamientos y partidos oficiales. La particularidad del terreno de juego de Bamio es que es compatible también para la práctica del rugby. Por este motivo se han marcado también las líneas del deporte del balón oval sobre la superficie verde.

En las próximas horas se culminarán las labores de arenado, cepillado y dotación del caucho amortiguante. De ese modo la instalación ya estará ultimada para dar paso a la práctica deportiva a la menor brevedad posible. Argimiro Serén, concejal de Deportes, apuntó al respecto que "la instalación ha quedado muy bien e intentaremos que ya cuanto antes se pueda empezar a disfrutar".

El propio presidente de la Fundación Deportiva Municipal apuntó que el plazo de entrega ya pudo haberse producido pero las condiciones meteorológicas obligaron a esperar unos días de tregua meteorológica para proceder a los últimos peinados del césped.

Una cuestión a la que también hizo mención Serén es la relativa a los palos de las porterías de rugby que, curiosamente, no entraron en el presupuesto inicial. "La Fundación asumirá el coste de esas porterías para sacarle el máximo rendimiento a la instalación".

Fin a una eterna espera

A pocas horas de que San Xinés vuelva a tener actividad, ya se ha puesto punto y final a una obra que acumuló muchísimos retrasos por diferentes cuestiones administrativas e incluso de redacción del proyecto inicial.

Para poder culminar el proyecto fue necesaria la compra de unos terrenos adyacentes al campo de fútbol. La gestión fue realizada el pasado verano por la concejala de Urbanismo Paola María. A partir de ahí hubo que realizar un replanteo del proyecto puesto que también había que contemplar el acceso a las fincas colindantes.

También fue necesaria una modificación del proyecto inicial puesto que las medidas no coincidían con las de la superficie disponible y no se contemplaban servicios indispensables, como aseos. Una segunda gestión realizada por el actual gobierno municipal fue la de negociar y gestionar la adquisición de los terrenos que faltaban para llevar a cabo la actuación y que no hacía más que demorar la obra.

La empresa Marco fue la adjudicataria de las dos fases del proyecto por lo que toda la obra se hizo de una sola vez con un plazo de ejecución de apenas cuatro meses.

Respecto a la financiación, ésta se realizó con una subvención de la Diputación Provincial de 475.000 euros mientras que el ayuntamiento asume la compra de los terrenos en algo más de 10.000 euros. La obra también incluye iluminación, riego y diferente mobiliario.